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Tras la tempestad, llega la calma: y así debes lavar tu coche cuando ha llovido barro para no dañarlo

Cuando cae una lluvia acompañada de polvo del desierto, también conocida como calima o lluvia de barro, el coche se convierte en una víctima directa. Aunque pueda parecer un simple problema estético, dejar que el barro se seque sobre la carrocería y los cristales puede ocasionar daños permanentes si no se actúa correctamente. Este fenómeno, bastante habitual en algunas zonas de España, puede sorprender incluso a quienes lavaron el coche hace poco.

Pero ojo, la solución no pasa por meter el coche directamente en el túnel de lavado o pasarle un trapo con agua. Hay una forma correcta de limpiar el vehículo tras una lluvia de barro, y seguir ciertos pasos evitará rayones, marcas en la pintura y problemas en componentes como los sensores. Aquí te contamos cómo hacerlo bien, paso a paso.

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Utiliza productos adecuados

fuente: propia

Una vez eliminado el exceso de barro, llega el momento del lavado con jabón. No utilices productos domésticos como el lavavajillas o detergente de ropa: estos pueden dañar la capa protectora de cera de la pintura. Lo ideal es utilizar un champú específico para coches, que respete el barniz y sea eficaz contra la suciedad sin ser agresivo.

Usa una esponja o guante de microfibra y lávalo de arriba hacia abajo, en secciones, enjuagando constantemente para no acumular barro. El agua jabonosa atrapará las partículas que queden adheridas, evitando fricciones innecesarias. No te olvides de limpiar las llantas, donde el barro puede mezclarse con residuos de frenos y formar una pasta difícil de quitar.