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Lancia Aurelia B20GT. Thornley Kelham ha restaurado un vehículo único

En al año 2009 abrió sus instalaciones cerca de Londres el especialista en restauración Thornley Kelham, que se encarga de devolver a la vida exclusivas criaturas de las firmas italianas más prestigiosas de la historia. Si bien, y como buena empresa británica, en su catálogo también encontrarás piezas de Bentley, Jaguar o Rolls-Royce. Pero como no podía ser de otra manera, la emblemática Lancia se encuentra entre esas primeras y ahora se enorgullece de mostrar al mundo entero este impresionante Lancia Aurelia B20GT, uno de los Lancia más famosos de la historia, y que todo el mundo daba por perdido.

Semejante criatura fue adquirida en el año 1951 por Giovanni Bracco, un rico piloto y socio del mismísimo Gianni Lancia. Y lo puso a correr sólo unos días después de que saliera de la fábrica. Ese mismo año ya había acabado en segunda posición en Mille Miglia, primero en Caracalla Night Race y también primero en su clase en las 24 Horas de Le Mans. Su palmares abrumador, porque un año mas tarde ganó las 6 Horas de Pescara, también con Giovanni Bracco al volante.

Pero lo que le hace especial a este Lancia Aurelia B20GT no es su dilatada carrera, sino su diseño, porque como habrás podido comprobar, no tiene las mismas formas que el resto de los Aurelia de la época. Y es que esta criatura fue el único en salir de la factoría italiana, es decir, un prototipo, que contaba con un techo rebajado respecto a los convencionales, el cual optimizaba su aerodinámica.

Todo el mundo lo daba por perdido

En el año 1952 este Aurelia regresa a la Panamericana, pero siendo pilotado por el arquitecto mexicano Predo, quien adquirió el vehículo a Bracco. Una vez acabada la carrera nunca más se supo de este Aurelia en particular, hasta el punto de darle por perdido. Si bien, alguien lo encontró en Estados Unidos.

El propio Simon Thornley se enteró del hallazgo, que viajaba ya rumbo a Italia con parada antes en Reino Unido. Una vez allí Thornley comenzó a investigar si ese realmente era el Aurelia de Bracco. Y todo coincidía. Número de chasis, motor… todo era correcto.

Motor16

Debajo de su pintura blanca había óxido por todas partes en este B20-1010. Thornley se puso a negociar con su propietario para poder devolverle a la vida tal y como salió a competir en la Carrera Panamericana de 1951 con Bracco al volante.

Se pusieron manos a la obra, volviendo a fabricar casi desde cero y utilizando escaneos 3D y moldes de fibra de vidrio su parte posterior, que había sido americanizada, ya que se había reemplazado el piso del maletero e incluso el depósito de combustible.

Más de 4.000 horas de artesanal trabajo

No se dejó un centímetro sin retocar hasta que un equipo de expertos de la propia Lancia certificó que el vehículo tenía las especificaciones correctas. Solo en ese momento comenzó el trabajo de pintura, que originalmente era de color rojo, aunque antes de la Panamericana se acabó pintando en negro. Las decoraciones originales se volvieron a rehacer confiando en el experto Mark Amis, quien bordó el trabajo con sus emblemas, logotipos, patrocinadores…

El interior era prácticamente irreconocible, pero tras muchos estudios descubrieron que este Lancia Aurelia B20GT contaba con los asientos del Lancia Ardea de ese momento. Y eso no era todo, porque prácticamente todo el habitáculo había desparecido.

Los expertos de Thornley Kelham reconocen que han invertido más de 4.000 horas y más de tres años de trabajo restaurando este impresionante y único Lancia.

Motor16

Pero esto no es todo ya que estos especialistas ofrecen a sus clientes este impresionante Lancia Aurelia Outlaw, una reedición de este original de Bracco, del que solo se van a fabricar nueve unidades. Y ya van por el sexto.

Cada uno de estos Outlaw calcan las dimensiones exactas del Aurelia B20GT de Bracco, incluida su menor altura, pero incorporan infinidad de mejoras de todo tipo como el motor Flaminia con inyección, un equipo de frenos de disco mucho más moderno, suspensiones actuales… Y como no podía ser de otra manera, cada uno de los nueve que se van a fabricar se puede personalizar al gusto del cliente hasta el más mínimo detalle.