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Los modelos más exclusivos de Lamborghini y Ducati se han pintado con los dedos

Lamborghini y Ducati han reunido en un evento en Bolonia sus dos modelos más exclusivos. Un Lamborghini Huracán EVO Speciale Clienti y una Ducati Streetfighter V4, que el diseñador Paolo Troilo ha utilizado como lienzo para convertirlos en auténticas obras de arte.

Las dos creaciones del artista fueron presentadas en un evento titulado «El arte de crear mitos». De un lado, el Lamborghini Huracán EVO, que sirvió para que el artista creara su obra titulada “Minotauro”; y del otro, la Ducati Streetfighter V4 Lamborghini, con la que Troilo ha pintado su obra “Centauro”.

Ambos vehículos son propiedad de un mismo cliente que quería combinar el arte con la exclusividad de estas dos máquinas.

Minotauro y Centauro

Y algo que hace todavía más especiales a este Lamborghini y a esta Ducati es que Troilo las ha pintado con las manos. En el caso del coche, su homenaje radica en la fusión del “hombre” y el “toro”, símbolo de la marca.

La figura del hombre está pintada en los laterales del coche y la fuerza transmitida por los antebrazos y los puños cerrados en el capó delantero recuerda a los cuernos de un toro. La producción del modelo que toma como base, el Lamborghini Huracán EVO Speciale Cliente, está limitada a 63 unidades.

«Centauro» es la Ducati Streetfighter V4 más especial. En sus carenados se puede apreciar la representación de los brazos de un hombre doblados que emergen a ambos lados del depósito y la obra se completa con una representación geométrica abstracta. De la motocicleta original que ha tomado como base el artista solo se fabricarán 630 unidades y su precio superará los 70.000 euros.

Ducati Streetfighter V4 paolo troilo centauro Motor16

La presentación conjunta de ambas máquinas en la Galleria Cavour, emblema de lujo y exclusividad en Bolonia, ha servido para que los directores generales de Lamborghini y Ducati, Stephan Winkelmann y Claudio Domenicali, reafirmaran el vínculo entre sus respectivas marcas, símbolo del made in Italy.

Publicista y siempre dibujante

Paolo Troilo descubrió desde muy pequeño, a los 7 años, que tenía talento para el dibujo. Su padre, anestesista, pronto empezó a encargarle ilustraciones de anatomía patológica para exhibirlas en congresos médicos, pero nunca terminó los estudios relacionados con el arte porque quería trabajar en publicidad.

Mientras aún trabajaba como publicista decidió pasar del dibujo a la pintura. Pero el día que empezó a reunir los materiales necesarios para dar ese salto se olvidó de comprar pinceles. Este es el “error” que nos dio su técnica. Comenzó a pintar con los dedos y esta técnica, unida a los potentes resultados figurativos, lo hacen único. En 2009 dejó la publicidad para seguir su pasión por la pintura.