Hace tres años, el Gobierno implementó una medida crucial para mejorar la seguridad vial: rebajar la velocidad máxima en las carreteras secundarias a 90 km/h y limitar las calles de un solo carril por sentido a 30 km/h. Aunque esta decisión fue aplaudida por muchos, los problemas persisten en los nuevos barrios urbanos, conocidos como PAUs. En estos lugares, cruzar la calle puede convertirse en una odisea peligrosa, lo que ha llevado a los vecinos a idear soluciones creativas, como el uso de ladrillos para asegurar su cruce. Este artículo explora esta peculiar estrategia y el contexto que la ha hecho necesaria.
4Medidas de seguridad vial: ¿qué funciona?

La experiencia en otras ciudades demuestra que reducir la velocidad en áreas urbanas puede salvar vidas. Londres es un ejemplo claro: un estudio demostró que bajar la velocidad a 20 mph (unos 38 km/h) redujo los atropellos graves en un 42%. Pontevedra, en España, también ha conseguido resultados excepcionales con velocidades urbanas bajas.
No obstante, para que estas medidas sean efectivas en los PAUs, es necesario un enfoque integral. Esto incluye no solo la reducción de la velocidad, sino también la mejora de la infraestructura para peatones, como pasos de cebra bien señalizados y mejor conectividad del transporte público. Además, es crucial aumentar la conciencia y el respeto de los conductores hacia los peatones.