Hace tres años, el Gobierno implementó una medida crucial para mejorar la seguridad vial: rebajar la velocidad máxima en las carreteras secundarias a 90 km/h y limitar las calles de un solo carril por sentido a 30 km/h. Aunque esta decisión fue aplaudida por muchos, los problemas persisten en los nuevos barrios urbanos, conocidos como PAUs. En estos lugares, cruzar la calle puede convertirse en una odisea peligrosa, lo que ha llevado a los vecinos a idear soluciones creativas, como el uso de ladrillos para asegurar su cruce. Este artículo explora esta peculiar estrategia y el contexto que la ha hecho necesaria.
2La solución: un ladrillo

Frustrados por la falta de seguridad, algunos vecinos de Valdebebas han recurrido a una solución tan sencilla como sorprendente: utilizar un ladrillo para cruzar la calle. La idea es simple: los peatones recogen un ladrillo colocado junto al paso de cebra, lo levantan para que los conductores lo vean, cruzan la calle y luego lo dejan nuevamente en el suelo para el siguiente peatón.
Este método no es una mera ocurrencia local. En Vancouver, una asociación llamada Vision Zero Vancouver promovió una iniciativa similar el 1 de abril, durante el April Fool’s Day, para destacar los peligros que enfrentan los peatones. Aunque comenzó como una broma, la acción subraya un problema real: la falta de respeto de los conductores hacia los peatones y la necesidad de medidas de seguridad vial más efectivas.