Cuando pensamos en el mantenimiento de nuestro coche, solemos centrarnos en aspectos como el aceite, los frenos o las luces, pero ¿qué pasa con la rueda de repuesto? Este elemento, que podría considerarse el «as bajo la manga» de cualquier conductor, a menudo se convierte en el gran olvidado hasta que lo necesitamos desesperadamente. La realidad es que esta rueda puede ser tu salvavidas en una situación de emergencia, pero solo si está en buenas condiciones.
La rueda de repuesto es una parte esencial del vehículo, diseñada para ser utilizada cuando uno de los neumáticos principales sufre un pinchazo o algún otro tipo de daño. Sin embargo, debido a que rara vez la usamos, es fácil caer en la tentación de ignorarla. Pero no debería ser así. Esta rueda necesita tanto cuidado y atención como el resto del vehículo.
Euromaster, una empresa especializada en el mantenimiento integral del automóvil, destaca tres aspectos fundamentales que los conductores deben tener en cuenta sobre la rueda de repuesto.
2¿Qué dice la Ley?
En lo que respecta a la normativa, si tu coche lleva una rueda de repuesto completa y homologada, no tienes limitaciones en cuanto a kilometraje o velocidad, siempre que esté en buen estado. No obstante, si la rueda presenta signos de desgaste, como deformaciones o un dibujo con una profundidad inferior a 1,6 milímetros, podrías enfrentarte a una multa de hasta 200 euros.
Por otro lado, muchos vehículos modernos están equipados con una rueda de emergencia de uso temporal, más conocida como «rueda de galleta». Esta rueda está diseñada para ser usada solo durante un corto período de tiempo y bajo ciertas restricciones: no debes recorrer más de 100 a 200 kilómetros ni superar los 80 km/h. Ignorar estas limitaciones podría resultar en un reventón de la rueda, poniendo en peligro tu seguridad y la de otros en la carretera.