La historia tiene como punto de partida el año 1952, año en el que fue construido y diseñado como coche de competición, y año también en el que participó en las 24 Horas de Le Mans. Al volante se encontraban Andre Simon y Lucien Vincent, quienes consiguieron llevar al Ferrari hasta la meta en quinta posición.
Error tras error…
Tras la vida de carreras del modelo en todo Europa, a finales de los años 50 se exportó a los Estados Unidos, donde lo compró un hombre de Texas que decidió que era una buena idea reemplazar su fabuloso motor V12 Ferrari por un V8 Chevrolet. El motor original italiano se vendió y, tras sufrir daños en la carrocería original, se le añadieron unos paneles personalizados a la carrocería que tenían como fin imitar el diseño del extraño Bangert Manta Ray de 1956. Todo un despropósito…
EL coche estuvo fuera del radar durante muchos años hasta que, en 1990, el piloto de carreras de drag; Mike Sanfilippo, lo adquirió por tan solo 200 dólares tras encontrarlo en un granero. Por aquel entonces el dueño no sabía que bajo esa carrocería personalizada se escondía un valioso Ferrari de época.
¡Sorpresa!
Más adelante, en el año 2006, el experto restaurador Thom Shaughnessey, pagó 26.912 dólares (22.676 euros) por un coche que se anunciaba en eBay como deportivo clásico Devin. Thom intentaba restaurar el Devin para llevarlo de vuelta a su época dorada, pero, cuando echó un vistazo de manera más detallada al coche junto con la experta en Ferrari Hilary Rabb, se dieron cuenta que no solo era un Ferrari, que ya era más que una alegría, sino que encima era uno que había corrido en Le Mans, y no solo eso, también era uno de los únicos 24 ejemplares del 340 America que se habían fabricado.
Ahora, tras muchos cientos de miles de dólares gastados para restaurarlo de manera excepcional, este Ferrari 340 America se encuentra a la venta. Está pintado en un color azul correcto con la época y, a juzgar por su historia, tengan por seguro que no será barato.
