La noticia de que los conductores en Australia del Sur deben obtener una licencia especial para manejar vehículos de alta potencia ha despertado el interés global y puesto sobre la mesa un debate crucial: ¿es realmente necesario un carnet de este tipo? Desde el 1 de diciembre, cualquier conductor que desee ponerse al volante de un vehículo con una relación potencia-peso de al menos 370 caballos por tonelada métrica necesita una licencia de clase «U». Esta medida, diseñada para garantizar la seguridad vial, surge en un contexto donde los coches deportivos y de alta gama están al alcance de más personas, pero sus características extremas pueden superar las habilidades de conducción promedio.
Un caso reciente pone en evidencia la aplicación de esta norma. Un hombre de 36 años, conductor de un Lamborghini Huracán STO, fue multado en Hillcrest, cerca de Adelaida, por no tener el carnet UHPV necesaria para manejar su vehículo. Este superdeportivo, con un motor V-10 atmosférico y una relación potencia-peso de 470 caballos por tonelada, excede con creces el umbral legal. Aunque el trámite para obtener la licencia es sencillo —basta con completar un curso en línea de menos de una hora y pagar aproximadamente 40 dólares—, la omisión le costó caro al conductor.
El objetivo de la normativa que se implementó en Australia y planea la DGT
El objetivo de esta normativa no solo es proteger a los conductores de vehículos de alta potencia, sino también al resto de los usuarios de la vía. Coches como el Lamborghini STO, diseñados para aprovechar cada milímetro de asfalto, tienen capacidades que, mal gestionadas, pueden convertirlos en un peligro público. Además, el curso requerido para obtener este carnet incluye información sobre cómo manejar estas máquinas de manera segura y aprovechar sus sistemas de seguridad activa, como el control de estabilidad y el frenado automático.
Sin embargo, la implementación de esta regulación ha generado opiniones divididas. Algunos cuestionan si un curso en línea es suficiente para preparar a los conductores para las exigencias de vehículos tan avanzados. ¿Es posible enseñar el dominio de un coche con cientos de caballos de fuerza y sistemas electrónicos sofisticados en tan poco tiempo? Por otro lado, defensores de la medida argumentan que, al menos, esta licencia eleva el nivel de conciencia sobre los riesgos asociados con los UHPV y fomenta un uso más responsable.
Las multas que te pueden caer por no tener este carnet de conducir especial
Además, las sanciones por incumplir estas normas no son menores. Conducir sin la licencia U puede acarrear multas de hasta 2.500 dólares australianos en la primera infracción, cifra que se duplica en reincidencias. También se penaliza el uso de vehículos con sistemas de seguridad desactivados, a menos que el conductor pueda justificarlo. Estas medidas del carnet de conducir buscan no solo controlar el acceso a los UHPV, sino también garantizar que se utilicen en condiciones óptimas de seguridad.
Este caso en Australia del Sur podría marcar un precedente que inspire a otros países a adoptar regulaciones similares. En un mundo donde los coches de alta gama combinan prestaciones extremas con un acceso más democratizado, la pregunta no es si habrá medidas como esta en otras partes del mundo, sino cuándo. Quizás algún día, al igual que en Australia, necesitaremos un carnet que nos haga sentir pilotos de Fórmula 1, no solo por la emoción, sino por la responsabilidad que implica domar estas bestias sobre ruedas.
