Comenzando por su propio nombre; Koenigsegg, y continuando por la denominación de algunos de sus deportivos (Jesko, Gemera, Regera…) la firma de Ängelholm no busca precisamente facilitarnos la existencia a la hora de hablar de sus productos. Y por si fuera poco ahora tendremos que aprender la denominación de las partes de su avanzada mecánica eléctrica, porque ahora hablaremos de Quarks, Terriers, Raxial Flux…
Ante tus ojos tienes una avanzada mecánica eléctrica que ha sido desarrollado de manera interna por la compañía sueca. En primer lugar tendremos que hablar de Terrier, que es precisamente la unidad de accionamiento eléctrico compuesta por dos motores denominados Quark. Gracias a esta integración esta mecánica contempla la verctorización del par motor y promete un 'novedoso equilibrio entre par y potencia que denominan Radial Flux'. Por si no fuera suficiente, dentro de ese bloque Terrier nos encontraremos con un inversor bautizado con el nombre de David y con dos juegos de engranajes planetarios.
Ofrecen 680 CV y 1.100 Nm
Como hemos dicho, Quark es como se llama cada uno de los dos motores eléctricos que componen el denominado Terrier. Cada uno es capaz de generar 250 kW de potencia (340 CV) y 600 Nm de par motor, de forma que cada Terrier, que tiene un preso de tan sólo 85 kilos proporciona la friolera de 500 kW (680 CV) y 1.100 Nm. Ahora bien, es interesante señalar que todas las cifras facilitadas por Koenigsegg son 'provisionales'. Aunque puedes esperar a que estén muy cerca de la realidad.
Para desarrollar esta tecnología, la compañía sueca ha empleado avanzados materiales y reconsidera los fundamentos del magnetismo para crear una unidad de propulsión eléctrica tan ligera como compacta y potente, que se puede montar directamente en el chasis del vehículo.
