Vivimos en un mundo donde todo parece girar en torno a la velocidad. Queremos hacer más en menos tiempo, llegar antes, evitar esperas, y en carretera no es diferente. Muchos conductores creen que circular a más velocidad, incluso por encima del límite legal, les permitirá llegar mucho antes a su destino. Parece lógico: si vas más rápido, llegas antes. Pero, ¿cuánto tiempo se gana realmente al ir, por ejemplo, a 140 km/h en vez de a 120 km/h?
Esta fue exactamente la reflexión que propuso José Ángel Murcia, un profesor de matemáticas que decidió aplicar sus conocimientos para desmontar el mito de que ir más rápido compensa. Con cálculos sencillos pero reveladores, explicó que las diferencias de tiempo en trayectos largos son mucho menores de lo que muchos imaginan, y que los riesgos, sanciones y costes asociados al exceso de velocidad superan con creces cualquier supuesto beneficio.
5Ganar tiempo sí, pero no a cualquier precio

Muchas veces el deseo de ahorrar tiempo nos lleva a tomar decisiones precipitadas. Subir la velocidad en carretera es una de ellas. Pensamos que con ese impulso extra vamos a llegar antes, pero olvidamos que también estamos aumentando los riesgos y el estrés.
La realidad es que hay otras formas más efectivas de ganar tiempo: planificar bien el viaje, evitar las horas punta, salir con antelación o elegir rutas más rápidas. Ninguna de estas opciones implica saltarse la ley o poner en peligro nuestra seguridad o la de los demás.