Dos todoterrenos fueron protagonistas de la reindustrialización de España durante el final del franquismo y la transición política a la democracia. Pero ambos nacieron de la necesidad de mecanizar el medio rural español y de acuerdos con grandes marcas internacionales del sector automotriz.
VIASA y SANTANA, conformaron los modelos de todoterreno que invadieron los campos agrícolas españoles hasta la llegada de la revolución en tracción total por parte de marcas orientales como Nissan y Toyota.
El Jeep Comando, sin llegar a sobrepasar las ventas del Land Rover Santana, se estableció como una alternativa en el mundo de la tracción total en la España moderna, intentando no perder la identidad del turismo versátil.
4La evolución hasta la llegada de Nissan
En los años 70, se introdujo el motor Perkins 4-108, sustituyendo al Barreiros, y se produjeron algunas unidades con motor V-6 Dauntless para exportación. La transmisión destacó por su caja de transferencia, ofreciendo tracción en dos o cuatro ruedas, y una reductora para superar obstáculos.
La modificación más significativa llegó en 1978 con el Comando HD, que presentó un nuevo motor Perkins 4-165 y cambios en la carrocería y transmisión para mejorar su desempeño. En 1979, se lanzó el Comando HDI con mayor capacidad de carga y asientos traseros adaptables.
El fin de la producción del Comando ocurrió en 1983, debido a la falta de actualización mecánica y la competencia del Nissan Patrol. La compra de Motor Ibérica por parte de Nissan marcó el cierre de la producción zaragozana de Viasa, que había comenzado en 1959.