La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un proceso vital para garantizar que los vehículos que circulan por nuestras carreteras cumplen con los requisitos mínimos de seguridad y emisiones. A pesar de que algunos conductores lo ven como un mero trámite, la ITV es esencial para detectar fallos mecánicos y problemas que podrían poner en riesgo la seguridad vial. Este control periódico ayuda a reducir el número de accidentes causados por fallos técnicos, asegurando que los vehículos en circulación estén en condiciones óptimas.
2Implicaciones con el seguro y la RC
Circular sin la ITV en vigor también puede afectar la cobertura del seguro en caso de accidente. Las aseguradoras pueden negarse a cubrir los daños si el vehículo no está en condiciones legales para circular. Además, si un vehículo sin ITV vigente está involucrado en un accidente, el conductor puede enfrentarse a mayores responsabilidades legales y económicas, especialmente si el estado del vehículo contribuyó al accidente. También, no tener la ITV al día puede complicar la venta o transferencia del vehículo, ya que es un requisito legal para estos trámites.
Las autoridades, como la policía y la Guardia Civil, realizan controles de tráfico rutinarios en los que verifican el estado de la ITV de los vehículos. En estos controles, detectan y sancionan a los conductores que no cumplan con esta obligación, incrementando así las posibilidades de recibir una multa por no tener la ITV en regla.