Si eres propietario de un diésel y vas a pasar la ITV, es casi seguro que el inspector te pedirá que aceleres a fondo. Huelga decir que muchos conductores se llevan las manos a la cabeza ante la orden y, ya de paso, no les hace ninguna gracia: “¿pero esto no va a estropear el motor?”, se preguntan.
La realidad es que no solo no lo rompe, sino que esa maniobra es esencial para medir correctamente la opacidad de los humos y garantizar que el sistema anticontaminación funciona bien. ¿A que no te lo esperabas? Pues a lo largo de las próximas líneas te contamos mucho más al respecto.
5Ante todo: acelera tranquilo, no pasa nada

El objetivo de acelerar a fondo en la ITV no es romper tu motor, sino garantizar que el coche no emite partículas contaminantes excesivas. La prueba está diseñada para simular un uso extremo y mejor diagnosticar posibles fallos en el sistema anticontaminación.
Así que la próxima vez que te pongan el pie en el acelerador durante la ITV, recuerda: estás ayudando a garantizar que tu diésel respire limpio, y que cumple con los límites legales. Y no, tu motor no va a explotar… de eso ya se encarga el “corte de inyección”.