¿Te acabas de comprar un vehículo eléctrico o vas a hacerlo en los próximos meses? Si es así, seguramente que todo lo relacionado con la recarga te preocupe, y quizá estás pensando en instalar un cargador en casa. No es que sea complicado, pero sí que requiere un cambio de mentalidad y adaptarte a un proceso diferente a pasar por una gasolinera a repostar.
Lógicamente, tener la posibilidad de repostar en casa es infinitamente más cómodo que hacerlo en un punto público, pero también más barato. Es más, el coste por recargar un coche eléctrico ronda los 15-20 kWh por cada 100 kilómetros, lo que se traduce en unos 2 o 3 euros, según tu tarifa eléctrica. Si haces cálculos, es mucho menos de lo que te gastarías en gasolina o diésel para recorrer la misma distancia.
Ahora bien, antes de instalar un cargador doméstico tienes que tener en cuenta muchos aspectos, como la potencia, la sección de los cables, la normativa que aplica, en qué lugar de la vivienda va a ir colocado y, por supuesto, qué subvenciones existen para no tener que hacer un gran desembolso económico al principio.
Todo lo que debes saber para instalar un cargador en casa

El primer paso, y uno de los más complicados, es elegir la potencia que va a tener el cargador. Para que te hagas una idea, los modelos más básicos pueden ofrecer 3,6 kW, mientras que los más avanzados llegan hasta los 22 kW. La mayoría de usuarios tienen suficiente con una potencia de entre 7,4 y 11 kW, pues en estas cifras está el equilibrio entre tener el coche cargado al 100% durante la noche sin consumir demasiado tiempo ni energía.
Por otro lado, piensa en la sección del cable, que debe ajustarse a la intensidad y a la distancia entre el cargador y el cuadro eléctrico de tu vivienda. Para 16 A (3,7 kW) se suelen utilizar cables de 4 mm², mientras que para 32 A (7,4 kW o más) se recomiendan 10 mm². En cualquier caso, aunque tengas una mínima idea de lo que necesitas, confirma la decisión final con un electricista para que la instalación sea segura y eficiente.
Y tampoco te olvides de cuidar la batería del coche. No es tan diferente a la batería de un smartphone. Por ejemplo, los fabricantes (de coches y de móviles) recomiendan tener siempre un rango de batería de entre el 20% y el 80%, pues no es bueno cargarlas al 100% ni dejar que se descarguen por completo. Sí que puedes cargar tu batería a tope cuando la vayas a necesitar, pero para el uso diario habitual, quizá es mejor opción limitar la carga al 80%. No abuses tampoco de la carga rápida, porque a la larga puede afectar a la vida útil de la batería.
¿Dónde instalo el cargador? Depende del tipo de vivienda. En viviendas unifamiliares suele ser mucho más sencillo, porque el electricista traza el circuito desde el contador hasta el punto de carga. Ahora bien, la cosa se complica en garajes comunitarios, donde puede haber distancias más grandes. En estos casos, probablemente tengas que buscar alguna solución para controlar el consumo o ponerte de acuerdo con tu comunidad.
Normativa y subvenciones

La normativa sobre los cargadores domésticos varía según el tipo de vivienda. Por ejemplo, en una unifamiliar puedes hacer la instalación directamente. En cambio, en una comunidad de propietarios solo tendrás que avisar al administrador (no se necesita autorización), pero sí que tendrás que instalar un contador individual, si no existe ya.
Por otro lado, las subvenciones del Plan MOVES III cubren hasta el 70% del presupuesto (sin IVA) para particulares y comunidades; y hasta el 80% si vives en un municipio de menos de 5.000 habitantes.