El protagonista de esta historia es un Mercedes-AMG E63, un coche que no pasa desapercibido en ningún escenario, y que ahora forma parte de un proceso judicial. El motivo es una presunta estafa en la que estarían involucrados Iñaki y Nico Williams, delanteros del Athletic Club, y en la que la Dirección General de Tráfico (DGT) también tiene algo que decir.
De momento, los dos hermanos tendrán que acudir a declarar el próximo 27 de enero en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Aoiz (Navarra) en calidad de investigados. ¿Qué ha ocurrido y de qué se les acusa?
2¿Y la DGT qué papel juega en todo esto?
A priori, es una disputa entre particulares, pero la DGT está ‘implicada’ como fuente clave de información. En cualquier compraventa o intercambio de vehículos, los datos de titularidad y los trámites de cambio de nombre son los que permiten determinar la propiedad real del coche en cada momento.
En este caso, la jueza ha solicitado a la DGT que aporte informes sobre la titularidad del Mercedes-AMG, si se produjeron cambios de nombre, en qué fechas y con qué documentación. Es una información que permitirá comprobar si hubo intención fraudulenta y qué movimientos administrativos acompañaron a la operación de los hermanos Williams.
Además, se han dictado medidas cautelares para impedir la disposición del vehículo, lo que en la práctica significa que no puede venderse, donarse ni transferirse hasta que el procedimiento se resuelva.
