El Gobierno de España ha dado el primer paso hacia una medida fiscal que afectará a millones de conductores. Aunque aún falta la aprobación del Congreso de los Diputados, la decisión de elevar el impuesto al diésel, para igualar su precio al de la gasolina y eliminar su histórica bonificación, ha despertado una gran expectación. La medida, que lleva tiempo gestándose en el ámbito europeo y formaba parte de los compromisos de España para obtener fondos de ayuda a la recuperación, parece que finalmente podría hacerse efectiva a partir de abril de 2025. Esta reforma busca desincentivar el uso de este combustible contaminante y recaudar alrededor de 1.000 millones de euros anuales.
4¿Qué se puede esperar en el sector automotriz?
La subida del precio del diésel podría tener consecuencias notables en el mercado automotriz español. La venta de coches de gasóleo ha ido disminuyendo en los últimos años, en parte por el auge de los vehículos eléctricos y la mayor conciencia sobre la contaminación. Este nuevo impuesto al diésel podría acelerar aún más esta tendencia, impulsando a los consumidores a considerar alternativas más sostenibles.
Por otro lado, la industria del automóvil también se enfrenta a un desafío: adaptarse a la demanda cambiante de los consumidores y a las políticas ambientales que empujan hacia una electrificación del parque vehicular. Sin duda, este cambio de paradigma trae consigo tanto retos como oportunidades para el sector. Las marcas automotrices que logren adaptarse y ofrecer vehículos de bajas emisiones estarán en una posición privilegiada en este mercado en transformación.