Hyundai presentaba hace poco en el Salón de Busan la nueva versión de su variante más radical del Veloster, el Hyundai RM 16 N. Un prototipo que está en continua evolución (en años anteriores se presentó el RM 15 y el RM 14) y que también se basaban en la plataforma de su precioso coupe. Este vehículo, nacido oficialmente como un laboratorio de pruebas ambulante, ha sido visto rodar nuevamente por el circuito de Nürburgring.
Unas características que asustan
El último de los Hyundai RM16 N dispone de un motor gasolina de dos litros y cuatro cilindros sobrealimentado en posición central, eliminando para ello la banqueta trasera donde se aloja la mecánica. En su caso, la potencia está en torno a los 300 caballos y el compresor empleado es de tipo eléctrico, una tecnología que la marca coreana probará en este prototipo.
Las diferencias con el Veloster de calle son tremendas. Para empezar su estructura dispone de un chasis de aluminio para aligerar su peso mientras que su carrocería está fabricada en fibra de carbono, dejando el peso total del conjunto en unos escasos 1.260 kilos.
Pero metiéndonos en faena, el ejemplar visto estos días en Nürburgring muestra mucha de las características exteriores vistas en el prototipo presentado hace unos meses. Sin embargo, apenas se aprecian diferencias en ninguno de los paneles de su carrocería. En lo único en lo que logrmos ver alguna diferencia es en las ópticas traseras, donde se asoman elementos de color naranja no disponibles en los pilotos traseros del concept presentado, aunque sus formas y su volumen parecen similares.
Si alguno de nuestros fieles seguidores está esperando que éste modelo salga a producción le tenemos que dar una mala noticia, ya que este prototipo tiene como fondo un doble propósito y el de ponerlo a correr en las calles no es uno de ellos. Por un lado adelanta en parte el diseño de la nueva generación del Veloster, y por otro es un banco de pruebas rodante donde probar nuevas tecnologías como el turbocompresor eléctrico, la fabricación de elementos en fibra de carbono o los diferenciales de deslizamiento limitado electrónico, situados en ambos ejes.
