El Hyundai Ioniq 5 N es una verdadera revelación. Aunque no es un coche barato, la diversión que proporciona al conducirlo se queda grabada en la mente. Este modelo tiene aproximadamente la misma potencia que un Lamborghini Urus, lo cual es increíble considerando que la marca surcoreana ha logrado poner este coche en producción. CarExpert de Australia decidió comparar estos vehículos en una carrera de aceleración, y sorprendentemente, ganó el Hyundai.
La gama de coches que participaron en esta competición de carreras de SUV no es precisamente común. Al parecer, los organizadores tienen un amigo increíblemente rico que les permitió tomar prestados varios de sus SUV más exclusivos. Entre estos vehículos se encontraban un Rolls-Royce Cullinan modificado por Mansory, un G-Wagen modificado por Brabus y un Lamborghini Urus Performante Essenza SCV12 Edition.
La dinámica de la carrera en la que compitió el Hyundai Ioniq 5 N
En lugar de competir con los cuatro coches a la vez, se decidió enfrentarlos uno a uno. Desafortunadamente para el Cullinan, no tenía la potencia necesaria para competir de verdad y el Brabus G-Wagen lo superó. El Urus, por su parte, venció al G-Wagen, preparando el terreno para un enfrentamiento final contra el Hyundai Ioniq 5 N, la gran sorpresa de esta competición.
Sorprendentemente, el humilde vehículo surcoreano destrozó al Lamborghini, demostrando su impresionante capacidad. Y no solo lo hizo una vez, sino que volvió a hacerlo en una carrera a toda velocidad. Estamos hablando de modelos que tienen diferencias abismales en su precio, pero que termina prevaleciendo la calidad por sobre la fama de la marca en sí, como sucede con la firma italiana.
Un triunfo inesperado, pero merecido

Para los muy ricos, esta noticia probablemente no cambie mucho. Tal vez simplemente se compren un Hyundai Ioniq 5 N para conducir de vez en cuando no estén manejando sus otros millones de autos. Sin embargo, es increíblemente satisfactorio ver que un Hyundai de $65,000 puede superar a varios SUV mucho más caros, incluso siendo el único eléctrico en la competición.
El éxito del modelo oriundo de Corea del Sur en esta carrera subraya un cambio en las expectativas sobre lo que un coche eléctrico puede lograr. No solo es eficiente y respetuoso con el medio ambiente, sino que también puede competir y superar a algunos de los vehículos más prestigiosos y costosos del mercado. Este logro no solo es una victoria para la firma asiática, sino también una señal de que el futuro de la automoción puede estar en manos de coches eléctricos accesibles y de alto rendimiento.