La Guardia Civil de Tráfico utiliza todo tipo de recursos para ordenar la circulación con seguridad, desde las clásicas señales con los brazos hasta las luces intermitentes de sus vehículos. Sin embargo, hay un método que a menudo pasa desapercibido, pero que es vital que conozcas. Señales que encierran mensajes claros y concisos sobre lo que está ocurriendo en la carretera por delante. Entenderlos es fundamental, tanto para reaccionar a tiempo como para evitar cometer infracciones.
La próxima vez que te las encuentres, sabrás qué hacer y que no te pille desprevenido. Recuerda que el desconocimiento no exime de la obligación, ni te libra de la multa.
1Las señales de la Guardia Civil de Tráfico, prioridad absoluta

Algunos conductores piensan que las señales que se ven en los arcenes o las luces de un semáforo son lo más importante, pero hay algo que está por encima de todo eso: las indicaciones de un agente de tráfico. Las órdenes que te dé un guardia civil, ya sea con sus brazos, su voz o con un banderín, son las que mandan.Si estás en un atasco, un semáforo en rojo y un agente te indica con un banderín verde que sigas. ¿Qué haces? Pues sigues, sin dudarlo. Su palabra, o en este caso, su bandera, es ley en ese momento y tiene la autoridad para modificar cualquier otra señalización existente.
Este principio de prioridad es fundamental para la fluidez y la seguridad del tráfico, en especial en situaciones inesperadas o de emergencia. Los agentes están en el terreno, viendo la situación real. Si hay un accidente, un obstáculo imprevisto o cualquier otra incidencia, ellos son los primeros en reaccionar y en dar las órdenes necesarias para protegerte a ti y al resto de usuarios de la vía.
Por eso, conocer el significado de sus banderines no es solo una cuestión de cumplir la ley, sino de sentido común y de anticipación a lo que pueda surgir en tu camino. Es una forma directa de comunicación que te exige una atención especial, porque lo que te están diciendo es relevante y urgente para tu seguridad.