Circulas por una autovía o autopista a la velocidad adecuada y, de repente, te topas con un vehículo en el carril izquierdo que va mucho más despacio que el resto, y no se mueve hacia la derecha. La tentación de adelantar es grande, pero la Guardia Civil podría estar cerca y ponerte una multa. ¿O es el conductor que ocupa el carril izquierdo y provoca esta situación quien sería multado?
La respuesta a esta pregunta es una de las que más dudas genera entre los conductores, y la Guardia Civil es muy clara al respecto.
2El «síndrome del carril izquierdo»: la otra cara de la moneda

Sin embargo, la situación que hemos planteado al principio tiene dos protagonistas. Por un lado, el conductor que se plantea adelantar por la derecha, y por otro, el conductor que no se aparta del carril izquierdo. Este segundo comportamiento es igual de incorrecto y también es sancionable.
El Reglamento General de Circulación establece que se debe circular por el carril situado más a la derecha siempre que sea posible. El resto de carriles se utilizarán solo cuando las circunstancias del tráfico o de la vía lo aconsejen, y siempre que no se entorpezca la marcha de otro vehículo que nos siga. Por tanto, el carril izquierdo es solo para adelantar. Una vez finalizada la maniobra, tienes la obligación de regresar al carril derecho tan pronto como sea posible y seguro.
Circular por el carril izquierdo de forma continuada sin estar adelantando no solo es un acto de mala educación vial que genera frustración y estrés en otros conductores, sino que también es una infracción. Está tipificado como una falta grave y conlleva una multa de 200 euros, aunque en este caso sin retirada de puntos. El motivo de la sanción es que esta conducta entorpece la fluidez del tráfico, obliga a otros vehículos a realizar frenazos innecesarios e incita a que otros conductores cometan la imprudencia de adelantar por la derecha.