La Guardia Civil lanza de forma regular avisos sobre acciones cotidianas que, a pesar de ser habituales, pueden ser sancionadas según la normativa. Y una de ellas tiene que ver con algo muy habitual, que vemos cada día en nuestras carreteras. Algo que con los atascos del verano y las prisas en la ciudad, seguro que hemos hecho todos los conductores en alguna ocasión.
Seguro que has vivido más de una vez esta escena al volante: en cuanto un semáforo se pone en verde, se escucha a alguien tocando el claxon. Puede que incluso ese alguien seas tú. Pues puedes llevarte una multa de casi 100 euros por esta conducta tan cotidiana. Y es que, aunque todos lo usamos a diario, la gran mayoría de los conductores en España desconocen por completo la normativa que lo regula. Y la Guardia Civil no está de broma con este tema.
3¿Cuándo puedes usar el claxon sin riesgo de multa?

De nuevo es el artículo 110 del Reglamento General de Circulación el que indica los supuestos en los que se puede usar el claxon sin tener que enfrentarte a una multa. La palabra clave aquí es «excepcionalmente», y en el texto se recogen estas 3 excepciones:
- Evitar un posible accidente. Si te encuentras en una situación de peligro inminente, donde tocar el claxon es la única forma de evitar una colisión, tocar el claxon está permitido. Se incluye avisar en carreteras estrechas con muchas curvas para avisar a los conductores que pueden estar fuera de la vista.
- Avisar de un adelantamiento fuera de poblado. Una situación mucho menos común hoy en día, pero la normativa lo sigue contemplando. Es una forma de cortesía y seguridad, sobre todo en vías de doble sentido. Eso sí, ten en cuenta que esta advertencia no es obligatoria y se debe hacer de forma razonable. Además, si el conductor de delante ya ha señalizado su intención de adelantar, tú no puedes pitarle para avisar del tuyo.
- Avisar de tu presencia a los demás usuarios en casos excepcionales.El Reglamento permite usar el claxon cuando un coche particular se ve obligado a circular como si fuera un vehículo de emergencia. Esto ocurre cuando tienes que transportar a alguien que necesita atención médica urgente, como por ejemplo, llevar a un herido o a una persona con un infarto al hospital más cercano. En estos casos, puedes usar el claxon de forma intermitente para que los demás conductores te faciliten el paso. Pero cuidado, la ley también te exige que uses las luces de emergencia para que los demás te identifiquen como un vehículo en una situación especial. Y si no puedes usar las luces, el truco es agitar un pañuelo por la ventanilla, una señal que también está contemplada en la normativa.
El claxon es una herramienta de seguridad, no una forma de comunicación para saludar a tus amigos o para mostrar tu enfado. Su uso está limitado por el Reglamento General de Circulación a unas pocas situaciones muy específicas, y si no las cumples, la multa de la Guardia Civil está asegurada. La próxima vez que veas el semáforo en verde y el coche de delante no arranque, respira hondo y espera. Tu bolsillo te lo agradecerá.