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miércoles, 3 septiembre 2025

La Guardia Civil quiere que evites el «Efecto rebote», ¿qué es y cuándo te pones en peligro?

Se trata de un fenómeno muy habitual, que puede causar un accidente cuando el conductor piensa que todo está bajo control.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil está advirtiendo a los conductores sobre los peligros del llamado “Efecto Rebote”, una situación que se da a menudo después de haber pasado por un episodio de tensión en la carretera. Imagina que circulas por la autovía a una velocidad constante y, de repente, el coche que va delante clava los frenos o que un vehículo se incorpora a tu carril sin señalizar, obligándote a dar un volantazo y pisar el pedal del freno con fuerza. El corazón se dispara, las manos se agarran al volante con una fuerza que no sabías que tenías y evitas el accidente.

En ese momento, se nota una gran sensación de alivio. Sueltas aire y notas cómo la tensión abandona tus músculos. Crees que el peligro ya ha pasado, pero justo cuando bajas la guardia es cuando se produce el Efecto Rebote. Un fenómeno que no tiene nada que ver con la mecánica del coche, sino con la tuya propia.

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Cómo combatir el Efecto Rebote

Fuente propia

Lo primero y más importante es el saber que este fenṕmeno existe, y que se puede dar tras una situación de estrés al volante.

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El segundo paso es tener una autoconciencia activa. Cuando te lleves un susto, en lugar de dejarte llevar por el alivio, oblígate a hacer un chequeo mental y mantener la máxima atención.

En tercer lugar, aplica medidas inmediatas. Haz lo contrario de lo que tu cuerpo te pide. En lugar de relajarte, aumenta tu nivel de alerta de forma consciente. Incrementa la distancia de seguridad con el coche de delante, comprueba todos tus retrovisores para tener una imagen completa de lo que te rodea y reduce ligeramente la velocidad hasta que sientas que tu pulso se ha estabilizado y tu mente vuelve a estar 100% en la carretera.

Por último, si el susto ha sido realmente grande y te sientes nervioso o incapaz de concentrarte, no dudes en parar. Busca un área de servicio o un lugar seguro fuera de la calzada, detén el vehículo, respira hondo durante un par de minutos, bebe un poco de agua y no reanudes la marcha hasta que te sientas completamente recuperado. Es un acto de responsabilidad, no de debilidad.

La conducción es una tarea compleja que no permite perder la concentración, y por eso la Guardia Civil advierte sobre los efectos que puede tener un despiste después de haber pasado por un momento de tensión extrema.

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