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La Guardia Civil estalla contra la DGT: los radares de velocidad tienen la culpa de todo

La pasada Semana Santa fue una de las épocas más complicadas en lo que respecta al tráfico; y ahora que ha pasado, la Guardia Civil ha elevado sus quejas por la precariedad que sufren y la falta de medios, con un dardo incluido a la Dirección General de Tráfico (DGT).

Aunque acabamos de pasar el Puente de Mayo, la realidad es que la Semana Santa fue la época más complicada para los desplazamientos, porque se concentraron en varios días concretos con orígenes y destinos muy parecidos. Siempre es una de las grandes operaciones especiales del año, y este año se ha saldado con 16,8 millones de desplazamientos.

El dato negativo, como siempre, es el dato de accidentes: se han producido 25 siniestros mortales en las carreteras españolas en los que 26 personas han perdido la vida. Son datos idénticos al mismo periodo del año anterior, y solo certifican que los planes de la DGT no van bien.

La queja de la Guardia Civil

Control Guardia Civil
Fuente: Agencias

La DGT quiere reforzar la vigilancia en las carreteras españolas este 2025 con la instalación de 122 nuevos radares. Llegarán progresivamente durante todo el año, y de momento ya han empezado a funcionar 41 nuevos cinemómetros (28 fijos y 15 de tramo). Esto, junto a los nuevos medios que ha estrenado Tráfico y a sus campañas de concienciación, debería reducir la cifra de fallecidos en carretera, pero no lo ha conseguido.

Es por eso que la Guardia Civil ha estallado y ha elevado sus quejas a través de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), una de las asociaciones más importantes del gremio. A través de esta vía, el cuerpo ha denunciado el abandono que sufre por parte de la DGT, pues se enfrentan a una precariedad constante y a una falta de agentes en las carreteras.

Denuncian que los radares no pueden tener solo carácter recaudatorio y que deben ir acompañados de otras medidas, como más vigilancia real en las carreteras. La Guardia Civil quiere tener a su disposición más medios para poder vigilar realmente el tráfico en las carreteras españolas y reducir la cifra de fallecidos. Además, en unas pocas semanas comienza el verano, una de las épocas con más desplazamientos que se concentran desde junio y hasta finales de septiembre.

La sección de tráfico de la Guardia Civil es la menos solicitada por los agentes y, por tanto, cada vez hay menos patrullas en nuestras carreteras. Es una noticia pésima para la vigilancia y la seguridad, pero también implica que los agentes que forman parte del cuerpo tengan que doblar turnos, renunciar a días libres y hasta reducir sus días de vacaciones.

Tampoco son las únicas quejas, porque la Guardia Civil también exige la renovación de su parque móvil, que está cada vez más envejecido. Los últimos modelos que han llegado a su poder son vehículos eléctricos y su autonomía limitada dificulta su uso como coche patrulla.

Apuntan directamente a los radares

Radar de tramo DGT
Fuente: Agencias

Además de la precariedad que la Guardia Civil denuncia que vive, han aprovechado su comunicado a través a la AEGC para criticar el afán recaudatorio de los cinemómetros. De hecho, aseguran que el aumento de los radares en España es una «caja registradora» que, en la práctica, no ayudan a los conductores.

En este sentido, defiende la labor que realiza la Guardia Civil en las carreteras y se atribuyen el mérito de ser los que salvan vidas con una labor preventiva y hasta didáctica. Sabemos que la DGT ha trabajado para que los ciudadanos dejen de ver los radares como una vía para recaudar dinero y los conciban como una herramienta con cierto carácter pedagógico y ejemplarizante.

No obstante, es la Guardia Civil la que considera que tiene esa labor educativa y preventiva para evitar excesos de velocidad, conductas imprudentes y, en última instancia, accidentes mortales.