En España, una situación cotidiana que afecta a numerosos conductores cada año es la avería o mal funcionamiento de sus vehículos en las carreteras. Así, saber cómo actuar ante esta eventualidad es clave para garantizar tanto la seguridad personal como la vial.
La Guardia Civil, como institución encargada de velar por la seguridad en las carreteras, proporciona una serie de recomendaciones que se deben seguir si uno se queda «tirado» con su coche. En esta introducción, abordaremos los aspectos más destacados de este protocolo, siempre basándonos en los datos más actualizados y confiables.
GUARDIA CIVIL: SEGURIDAD ANTE TODO
Cuando un vehículo sufre una avería en carretera, el primer instante es el más crítico. En este contexto, la seguridad es la prioridad. Es crucial mantener la calma y actuar de manera rápida pero segura. Si es posible, hay que intentar llevar el coche hasta el arcén, siempre señalizando la maniobra con los intermitentes. Una vez estacionado, es esencial ponerse el chaleco reflectante antes de salir del vehículo. El chaleco debe ser llevado encima en la cabina del vehículo para que esté accesible en caso de emergencia.
Antes de abandonar el automóvil, es necesario asegurarse de que se hace de forma segura, verificando que no haya tráfico cercano. Ya fuera del vehículo, hay que situarse detrás de las barreras de seguridad, si las hubiera. Es importante recordar que estar en la calzada o en el arcén es un riesgo considerable, por lo que conviene alejarse del tráfico lo máximo posible.
A continuación, hay que colocar los triángulos de preseñalización de peligro, que deben ubicarse a una distancia adecuada para alertar al resto de los conductores. En carreteras de doble sentido, se colocará un triángulo delante del vehículo y otro detrás, mientras que en autopistas o autovías será suficiente con uno detrás. En caso de visibilidad reducida o condiciones meteorológicas adversas, es también recomendable encender las luces de emergencia del vehículo.
Si el problema no puede resolverse rápidamente y es necesario llamar a asistencia mecánica o a las autoridades, hacerlo desde un lugar seguro, preferiblemente detrás de las barreras de seguridad, utilizando el teléfono móvil para contactar con los servicios de emergencia o con el seguro del vehículo.
COMUNICACIÓN EFICAZ
Al quedarse tirado con el coche, comunicar la situación de manera efectiva es fundamental. Es aconsejable saber describir la ubicación exacta donde se ha producido la avería, lo cual facilitará la llegada de la asistencia. Para eso, es útil hacer uso de los puntos kilométricos, señales de tráfico cercanas o cualquier otro referente que permita localizar el lugar de forma precisa.
Si se dispone de un teléfono inteligente, es posible utilizar aplicaciones de geolocalización o servicios como el GPS para obtener las coordenadas exactas del lugar. Además, compartir esta información al realizar la llamada de emergencia puede ser de gran utilidad para los servicios de rescate.
En la comunicación con los servicios de emergencia o asistencia, es clave proporcionar detalles claros sobre el incidente. Informar sobre el tipo de vehículo, número de ocupantes, posibles heridos y la naturaleza de la avería o accidente ayudará a los operadores a entender la situación y enviar el tipo de ayuda apropiada.
Para los casos en los que el teléfono móvil no tenga cobertura o la batería esté agotada, es bueno conocer la ubicación de los postes de emergencia en autopistas y autovías. Estos postes permiten realizar llamadas directas a los servicios de emergencia y están situados a intervalos regulares en estas vías.
CONOCER LA LEY
El conocimiento de la normativa vial es imprescindible para cualquier conductor. Por lo tanto, informarse sobre lo que dicta la ley en situaciones de avería o accidente es una parte esencial de la preparación para conducir. La normativa establece que todo conductor debe llevar en su vehículo el material necesario para señalizar una emergencia, como chalecos reflectantes y triángulos de preseñalización. No cumplir con estos requisitos puede resultar en sanciones.
Es aconsejable también estar al tanto de los servicios que ofrece el seguro de automóvil contratado. Muchas pólizas incluyen asistencia en carretera que puede ser de gran ayuda en estos casos. Saber cómo contactar con estas asistencias, qué servicios cubren y qué información es necesaria para pedir ayuda, es información vital.
Permanecer informado sobre las condiciones de las carreteras antes de iniciar un viaje puede prevenir situaciones complicadas. Los servicios de información de tráfico, como la Dirección General de Tráfico (DGT) o los boletines en radio y televisión, ofrecen actualizaciones constantes sobre el estado de las vías y cualquier incidencia que puedan afectar a la circulación.
EL PAPEL DE LAS TECNOLOGÍAS EN LA ASISTENCIA EN CARRETERA
En la edad de la información, las tecnologías juegan un papel fundamental en la asistencia en carretera. Aplicaciones móviles específicas para conductores, por ejemplo, son capaces de proporcionar avisos en tiempo real sobre el estado del tráfico o la presencia de obras en la calzada. Además, existen sistemas capaces de alertar a los servicios de emergencia automáticamente en caso de accidente grave, un servicio conocido como eCall, que desde 2018 es obligatorio en los nuevos modelos de vehículos comercializados en la Unión Europea.
Las redes sociales y las plataformas colaborativas también aportan una dimensión adicional a la hora de gestionar incidencias en carretera. Usuarios de estas plataformas comparten información sobre el tráfico o peden ayuda en foros especializados, lo cual puede agilizar la llegada de apoyo formal o informal. Sin embargo, es esencial confirmar la veracidad de estas fuentes y evitar compartir datos personales o de localización en espacios públicos.
Por otro lado, elementos tecnológicos como los sistemas de navegación por satélite no solo asisten en la orientación, sino que pueden ser de gran utilidad para comunicar la posición exacta a los servicios de asistencia. En casos de avería, proporcionar la ubicación GPS exacta reduce el tiempo de espera y optimiza la logística de los servicios de emergencia.
Los fabricantes de automóviles también se han involucrado en la integración de tecnología destinada a prevenir incidentes y proporcionar asistencia, incorporando en los vehículos sistemas de diagnóstico a bordo (OBD). Estos sistemas pueden prevenir al conductor de un problema inminente antes de que se produzca una avería en la carretera, permitiendo una actitud proactiva y evitando, en muchos casos, situaciones de riesgo.
LA IMPORTANCIA DE UN MANTENIMIENTO ADECUADO
La precaución no termina con el conocimiento de los protocolos de emergencia; el mantenimiento periódico del vehículo es esencial para minimizar el riesgo de encontrarse en una situación de vehículo detenido. La revisión regular de aspectos críticos del automóvil, como los niveles de aceite y refrigerante, el estado de la batería y los neumáticos, o el funcionamiento de las luces y frenos, puede prevenir averías imprevistas y contribuir a una conducción segura.
Las inspecciones técnicas de vehículos, obligatorias en España, sirven como un mecanismo de prevención de fallos mecánicos. No obstante, es responsabilidad del propietario asegurarse de que su coche recibe las atenciones necesarias entre estas inspecciones, especialmente si se planifica realizar un viaje largo.
Conductores particularmente diligentes pueden optar por aprender nociones básicas de mecánica vehicular. Esto no solamente otorga una mayor independencia y tranquilidad al conductor, sino que también fomenta una cultura de seguridad y prevención en la carretera. Saber, por ejemplo, cómo cambiar una rueda pinchada o cómo arrancar el coche con pinzas puede hacer la diferencia entre una espera prolongada y la resolución autónoma de un problema menor.
LA COLABORACIÓN CIUDADANA Y ASISTENCIA MUTUA
La solidaridad y la colaboración ciudadana son valores que pueden tener un impacto significativo durante emergencias en carretera. Aunque las autoridades y servicios de asistencia son los principales responsables en estas situaciones, los ciudadanos también pueden jugar un rol importante ofreciendo ayuda en primera instancia o proporcionando información valiosa a los afectados y a los servicios de emergencia.
Una práctica recomendable es llevar en el vehículo un kit de emergencia, que, aparte de los elementos ya mencionados, incluya botiquín de primeros auxilios, linterna, agua, mantas y un cargador de teléfono móvil. Así, en situaciones de espera, no solo se puede estar más preparado para responder a necesidades propias sino también para asistir a otros.
Es preciso recalcar que cualquier intento de asistencia debe hacerse siempre respetando la seguridad personal y la de los demás implicados, siguiendo en todo momento las recomendaciones de las autoridades. El deseo de ayudar no debe traducirse en actuaciones temerarias que podrían empeorar la situación.
Para cerrar, recordar que vivimos en una sociedad donde la empatía y ayudar al prójimo, incluso en situaciones tan cotidianas como un coche averiado, refuerzan el tejido social y, al mismo tiempo, pueden hacer una gran diferencia en la vida de las personas. Adoptar una actitud de preparación y precaución en todos los aspectos de la conducción no solo es una obligación, sino una muestra de civismo y responsabilidad con uno mismo y con los demás usuarios de la vía.
