La Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil suma un nuevo aliado. Acaba de estrenar un nuevo vehículo táctico blindado que marcará un antes y después en las capacidades operativas de esta formación de élite.
El nuevo vehículo táctico blindado representa un salto cualitativo en protección y eficacia para los agentes especiales. Con capacidad para transportar hasta a diez agentes de la Guardia Civil, incorpora rampas de asalto, que permiten despliegues rápidos en escenarios críticos, y un blindaje de nivel STANAG-2, que garantiza la máxima protección frente a amenazas externas.

Un blindado español
Desarrollado sobre la base del modelo IBERO, este vehículo ha sido adaptado meticulosamente a las exigencias específicas de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil. La fabricación corrió a cargo de Technology and Security Developments (TSD), empresa española con sede en Ciudad Real, en un contrato valorado en casi 853.000 euros.
El vehículo fue presentado hace unos días en Valdemoro (Madrid), donde tiene su sede la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto a la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, visitaron las instalaciones para conocer de cerca las capacidades de este nuevo apoyo táctico.
Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, operativa desde hace casi 50 años
Los orígenes de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil se remontan a 1978, con la creación del Grupo Especial de Intervención (GEI), inspirado en el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional, GIGN, una unidad de élite antiterrorista francesa.

Esta unidad ha escrito algunas de las páginas más intensas de la historia policial española. Transformada en Unidad Especial de Intervención durante los años 80, con aumento de plantilla incuido, y establecida definitivamente en Valdemoro desde 1996, la UEI opera bajo el mando directo del director adjunto operativo de la Guardia Civil.
Se estructura orgánicamente en grupos de Intervención, que incluyen personal de asalto o intervención, junto con perfiles específicos, como tiradores de precisión, buceadores, técnicos en microvoladuras o patrones de embarcaciones. Por otro lado, cuenta también con grupos de apoyo formados por guardias civiles con conocimientos técnicos en diversas materias.
A lo largo de los años, los agentes de la Guardia Civil pertenecientes a esta unidad de élite han participado en más de 500 operaciones, liberado a 568 rehenes y detenido a más de 850 personas, incluyendo 145 comandos terroristas, la mayoría pertenecientes a ETA.

Entre las operaciones más recordadas destaca el rescate del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara en junio de 1997, tras 532 días de cautiverio. La unidad también ha resuelto cinco secuestros aéreos y numerosas situaciones de atrincheramientos con rehenes.
Una de las intervenciones más dolorosas ocurrió en Santovenia de Pisuerga (Valladolid), donde la UEI neutralizó a un individuo que había asesinado a una persona y retenía un rehén. En aquella operación cayó herido fatalmente el teniente coronel Pedro Alfonso Casado, entonces jefe de la unidad. En su memoria, el acuartelamiento de Valdemoro lleva su nombre: «Acuartelamiento Coronel Pedro Alfonso Casado».








