Autoridades como la Guardia Civil han dado la voz de alarma sobre una nueva modalidad de fraude que está ganando fuerza, una estafa que pretende suplantar a la DGT y engañar a los conductores haciéndoles creer que les han puesto una multa. Sin embargo, se trata de una modalidad de phishing con la que los estafadores tratan de hacerse con información personal sensible.
La Guardia civil lleva años viendo cómo este tipo de estafas no dejan de aumentar, y la creatividad de los delincuentes no parece tener límite.
2Cómo saber si una multa es real o una estafa

La clave para no caer en la trampa está en la observación. Las multas de tráfico auténticas siempre incluyen varias formas de pago. La forma más común es a través de un impreso que se puede pagar en una entidad bancaria, en Correos o por internet. Aunque la DGT y los ayuntamientos también ofrecen la posibilidad de pagar online, nunca te ofrecerán como única forma de pago un enlace a un código QR. Este es el indicio más importante para desconfiar.
Otro punto esencial es fijarse en la propia notificación. Aunque los estafadores se esfuerzan en que parezca real, a menudo cometen errores. Fíjate en los siguientes detalles:
- Ortografía y gramática: Revisa si hay faltas de ortografía, errores de puntuación o frases mal construidas. Las notificaciones oficiales de la DGT o de cualquier ayuntamiento están redactadas de forma impecable. Un simple error hará saltar la alarma.
- Logotipos y sellos: Observa si el logotipo de la DGT, el ayuntamiento o la Guardia Civil está bien impreso y no se ve pixelado o es de baja calidad. A veces, las prisas por crear las falsificaciones hace que los delincuentes usen imágenes que no se ven bien o están borrosas.
- Datos del vehículo y de la infracción: Una multa real incluirá datos muy específicos sobre tu vehículo, como la matrícula, y sobre la infracción cometida, incluyendo la calle, la hora y el artículo del reglamento que has infringido. En muchas estafas, esta información es muy genérica o incluso incorrecta. A veces, ni siquiera se molestan en incluir la matrícula.
- Formas de contacto: Las multas auténticas siempre ofrecen un teléfono de contacto o una dirección a la que acudir para resolver dudas o presentar alegaciones. En las falsas, esta información suele ser inexistente o te remite a números de teléfono que no existen.