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jueves, 28 agosto 2025

La Guardia Civil ha encontrado una razón por la que tu coche te puede dejar tirado. Y no es la que crees

La Benemérita advierte de una causa de averías cada vez más frecuente y peligrosa que se esconde en uno de los componentes vitales para la seguridad.

La Guardia Civil ha detectado un patrón muy preocupante este verano que tiene que ver con el calor extremo y una práctica de ahorro que puede salir muy muy cara. Un factor por el que muchos coches se están quedando tirados en la carretera. Y lo más sorprendente es que no se trata de las tradicionales averías que se suelen ver en otras ocasiones, sino de una situación derivada de no tener en cuenta algunos consejos básicos..

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La “conexión portuguesa” de la que sospecha la Guardia Civil

Control de la Guardia Civil combustible
Fuente: Guardia Civil

Los agentes de la Guardia Civil han observado que muchos de estos peligrosos reventones se concentran en vías específicas, como la autovía A-52, que conecta Galicia con la meseta y es una ruta muy transitada hacia Portugal. Esta observación no es casual y ha destapado uno de los factores clave detrás de la alerta: la calidad y el tipo de neumáticos que circulan por nuestras carreteras.

En Portugal es muy habitual la práctica del recauchutado de neumáticos. A simple vista, puede parecer una solución económica y ecológica para alargar la vida útil de la rueda. Sin embargo, encierra un peligro oculto,en especial bajo condiciones extremas como las que vivimos en verano. La carcasa antigua, que ya ha soportado miles de kilómetros, fatiga, cambios de temperatura y esfuerzos, no tiene la misma integridad ni resistencia que una nueva.

Al someter esa estructura debilitada al estrés de un asfalto a 60 grados, el riesgo de que falle, se deforme y acabe reventando se multiplica de forma exponencial. La unión entre la carcasa vieja y la banda de rodadura nueva se convierte en un punto crítico que puede ceder ante tanta presión y calor.

Por si la combinación de calor extremo y carcasas fatigadas no fuera suficiente, existe otro factor que contribuye a esta tormenta perfecta: la diferencia en la normativa. Mientras que en España la ley exige una profundidad mínima en el dibujo de los neumáticos de 1,6 milímetros para garantizar un agarre y una evacuación de agua seguros, en Portugal la exigencia para los neumáticos industriales es de solo 1 milímetro.

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Esta diferencia, que puede parecer mínima, es crucial. Un neumático con menos dibujo no solo es más peligroso en mojado, sino que también tiene menos goma para disipar el calor, lo que aumenta aún más su temperatura interna y lo acerca al punto de fallo. Por tanto, el intenso tráfico de vehículos que pueden estar utilizando neumáticos recauchutados y apurando ese límite legal inferior crea una situación de riesgo elevado que afecta a todos los que comparten la vía.

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