La Guardia Civil ha detectado un patrón muy preocupante este verano que tiene que ver con el calor extremo y una práctica de ahorro que puede salir muy muy cara. Un factor por el que muchos coches se están quedando tirados en la carretera. Y lo más sorprendente es que no se trata de las tradicionales averías que se suelen ver en otras ocasiones, sino de una situación derivada de no tener en cuenta algunos consejos básicos..
1Un verano demasiado caluroso y un peligro que viene del asfalto

Este verano está poniendo a prueba nuestra paciencia con las olas de calor, pero también lo está haciendo con la resistencia de nuestros coches. Las altas temperaturas no solo disparan el uso del aire acondicionado, sino que someten a la mecánica a un estrés brutal.
Todos pensamos en el sobrecalentamiento del motor como el gran villano de los viajes estivales. Sin embargo, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en colaboración con la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), ha puesto el foco en un enemigo diferente, uno que ataca la parte más fundamental de tu vehículo: los neumáticos.
El problema real y creciente que está dejando a decenas de conductores en la cuneta son los reventones de neumáticos. No se trata de simples pinchazos, sino de fallos estructurales de la rueda que provocan una pérdida súbita y total del aire, con la consiguiente y peligrosa pérdida de control del vehículo. Y la raíz de este pico de incidentes se encuentra, al menos en parte, en el propio asfalto.
Cuando el termómetro marca más de 40 grados, una temperatura común en nuestra geografía durante el verano, la superficie de la carretera se convierte en una auténtica sartén. El asfalto puede superar los 60 grados. Los neumáticos son el único elemento que está en contacto directo y constante con esa superficie. La fricción, la velocidad y esa temperatura infernal crean un cóctel explosivo que lleva a la goma y a la estructura interna de la rueda a su límite absoluto de resistencia.