Repostar combustible es una de esas acciones cotidianas que realizamos casi sin pensar. Paramos el coche, bajamos, cogemos la manguera, seleccionamos el tipo de combustible y comenzamos a llenar el depósito. Todo parece rutinario y sin demasiadas complicaciones. Sin embargo, lo que muchos conductores desconocen es que hay un gesto muy importante que debería formar parte de ese ritual: cerrar el coche con llave al bajarse en la gasolinera.
Puede parecer exagerado o innecesario, sobre todo si vas a estar solo unos minutos, pero lo cierto es que este simple gesto puede evitarte más de un disgusto. Desde robos hasta riesgos de seguridad, cerrar tu coche al repostar es una acción que puede marcar la diferencia. Aquí te explicamos por qué deberías hacerlo siempre, sin excepción.
3Evita riesgos por acumulación de electricidad estática
Puede que no lo sepas, pero entrar y salir del coche durante el repostaje puede generar electricidad estática debido al roce de la ropa con el asiento o el movimiento del cuerpo en contacto con materiales sintéticos. Aunque las posibilidades de que esto cause un problema son bajas, la combinación de electricidad estática y vapores inflamables de gasolina no es una buena idea.
Cerrar el coche con llave ayuda a evitar entrar y salir varias veces, lo que reduce el riesgo de acumulación de carga estática. Este tipo de precaución puede parecer excesiva, pero en lugares donde se manipulan líquidos inflamables, cualquier chispa podría convertirse en un problema serio.
