Repostar combustible es una de esas acciones cotidianas que realizamos casi sin pensar. Paramos el coche, bajamos, cogemos la manguera, seleccionamos el tipo de combustible y comenzamos a llenar el depósito. Todo parece rutinario y sin demasiadas complicaciones. Sin embargo, lo que muchos conductores desconocen es que hay un gesto muy importante que debería formar parte de ese ritual: cerrar el coche con llave al bajarse en la gasolinera.
Puede parecer exagerado o innecesario, sobre todo si vas a estar solo unos minutos, pero lo cierto es que este simple gesto puede evitarte más de un disgusto. Desde robos hasta riesgos de seguridad, cerrar tu coche al repostar es una acción que puede marcar la diferencia. Aquí te explicamos por qué deberías hacerlo siempre, sin excepción.
1Evita robos oportunistas mientras repostas
Las estaciones de servicio son zonas en las que la mayoría de los conductores bajan la guardia. Con el coche abierto y su atención centrada en llenar el depósito o hacer un pago rápido, se convierten en blancos fáciles para los ladrones. En muchas ocasiones, los delincuentes aprovechan estos momentos de distracción para abrir la puerta del copiloto o de los asientos traseros y robar bolsos, mochilas, carteras, móviles u otros objetos de valor que los conductores dejan a la vista.
Cerrar el coche con llave cada vez que te bajes, incluso si es solo por unos segundos, es la forma más sencilla y eficaz de evitar estos robos. Además, si llevas niños u otras personas dentro, te aseguras de que ningún extraño pueda acceder mientras estás distraído.