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Gama S de Audi. 7.356 CV en el mismo día

No todos los días tenemos la oportunidad de probar una familia prácticamente al completo del calibre de la gama S de Audi. Y menos aún hacerlo con el grado de exigencia que permite un circuito de velocidad. Será difícil olvidar la experiencia que vivimos sobre el exigente trazado de Pamplona y las horas 'extra' que afrontamos por carreteras navarras.

A medio camino entre la gama convencional y los superlativos RS preparados por Audi Sport, la gama S lleva más de 30 años haciendo las delicias de los conductores que buscan algo más que un 'simple' Audi. En 1985 comenzó esta leyenda con el Audi Sport quattro S1 triunfando en el Rally de San Remo, y ahora prácticamente todos los modelos tienen su representante S. Sólo hay tres excepciones: el R8 por motivos obvios, el Q3 que tiene, sin embargo, presencia en la gama RS, y el Q2 que ultima su estreno con la sigla S. El resto forma parte de este selecto club que tiene un elemento común en todos ellos: la sofisticada tracción total quattro.

De esta manera podemos disfrutar de carrocerías roadster, cabrio, coupés con dos o cinco puertas, berlinas, compactos, SUV o familiares combinando altas prestaciones con un uso diario totalmente adecuado por su confort o equipamiento. La evolución técnica ha sido evidente en todos ellos. En la actualidad encontramos motores de cuatro, seis y ocho cilindros, cajas automáticas S tronic o Tiptronic, chasis adaptativos, direcciones dinámicas, frenos carbocerámicos… y opciones diésel, como el SQ5 o el SQ7, dos descomunales SUV alimentados por gasóleo que no se comportan como tal, por rendimiento y por el sonido del motor.

Un circuito exigente por sus frenadas

En los casi cuatro kilómetros de recorrido del circuito de Los Arcos, cuya particularidad son las exigentes frenadas de su trazado, tuvimos ocasión de rodar a tope con varios modelos, como el S1, el S3, el S4 Avant, el S5, el TTS y el S7. Todos ellos aguantaron estoicamente una jornada de prácticamente cuatro horas de trabajo por turnos, con un pequeño descanso para repostar. Frenos y neumáticos aguantaron el envite con eficacia, aunque al final de la jornada las pastillas delanteras y las gomas eran sustituidas.

Comenzados con el 'benjamín' de la saga, el S1 Sportback. Comparte parrilla de salida con el resto de los modelos señalados y pronto pierde comba porque sus 231 caballos nada tienen que hacer frente a la mayor potencia de sus hermanos mayores. La particularidad de este modelo es que es el único que monta una caja de cambios manual exclusivamente. El motivo es la falta de espacio al combinarse con la tracción quattro. Es el más lento y el que más nos hace trabajar al tener que mover la palanca para engranar sus seis relaciones, pero se disfruta más, aunque a la hora de frenar fuerte hay hacerlo con mayor cuidado porque es el más 'nervioso' y se 'descoloca' con mayor facilidad.

Continuamos con el S3 Sportback, también portando el propulsor 2.0 TFSI, pero ya con 310 caballos y cambio S tronic de doble embrague con siete relaciones. Todo va más rápido, por rendimiento y porque los cambios los realizamos sobre las levas del volante. Va más asentado y al límite tiene tendencia a seguir de morro, pero basta con levantar para retomar la trayectoria y vuelta a empezar.

El S4 Avant, la gran sorpresa

El S5 Sportback y el S4 Avant van un paso más allá. Bajo el capó ubican un 3.0 TFSI V6 que eroga 354 CV y se asocia a una transmisión automática Tiptronic con convertidor de par con ocho velocidades. La tracción quattro distribuye un 40 por ciento del par a las ruedas delanteras y un 60 a las traseras en condiciones normales, pero esa relación puede variar hasta un 15-85 tanto delante como detrás si hiciera falta. Activamos, como en el resto, el modo Sport en el ESC que nos permite deslizar y disfrutar al máximo, pero con el control de estabilidad siempre latente. El S5 Sportback va de cine pero la sorpresa nos la llevamos con el S4 Avant, tan equilibrado que incluso el paso por curva nos deja boquiabiertos. No será políticamente correcto, pero fue el modelo que más y mejor nos sorprendió.

El S7 Sportback sube de categoría al incorporar un 4.0 TFSI V8 con 450 caballos de potencia. Llama la atención que un vehículo de 4,98 metros de longitud y dos toneladas de peso se comporte como un peso pluma, aunque las inercias en curvas rápidas son más evidentes y obligan a trabajar sobre la dirección y los frenos algo más.

Y la guinda la pone el TTS. Este coupé de 2+2 plazas apuesta por el mismo bloque 2.0 TFSI de 310 CV que el S3 y el cambio S tronic, pero en esta ocasión con seis relaciones. Si duda es el que más divertido por sensaciones y por su ágil comportamiento, con un paso por curva más rápido que el resto. Una gozada.

En total 10 modelos, 20 versiones y un total de 7.356 caballos forman la gama S de Audi, culminando la familia con el S8 de 520 CV o 605 en el caso de la variante S8 Plus.