A la vista de las fotografías puede parecer una operación reservada a Stallone, Seagal, Schwarzenegger y Norris, pero el 'comando' enviado a la isla de Sicilia para ascender al Etna durante su erupción más violenta en los últimos 20 años estaba compuesto por ocho periodistas españoles en vaqueros y calzados con deportivas. Aquí somos así, y una corriente de 15 metros cúbicos de lava por segundo a más de 1.000 grados no es para tanto… Sobre todo si te cuentan que el río hirviente desciende por el lado del volcán opuesto al que usaremos con los Jeep.
La marca americana tiene una larga tradición en esto de organizar eventos extremos para mostrar las posibilidades 'off road' de sus vehículos, y ya en 1967 puso en marcha en la región del Moab (Utah) el Jeep Safari. Al principio se trataba de una sola jornada festiva -dicen que los helados para almorzar en mitad de la montaña se lanzaban desde un avión-, pero con el paso del tiempo la participación creció y se ampliaron las rutas hasta alcanzar los 9 días de duración actual, cuando el llamado Easter Jeep Safari totaliza 40 recorridos diferentes, con niveles de dificultad entre 2 y 9, y siempre bajo la supervisión de guías experimentados.
Una ruta entre cráteres
En los Jeep Experience Days de Sicilia subyacía idéntico espíritu aventurero, tanto en el ascenso al Etna por angostos caminos –el vulcanólogo que nos aguardaba a 1.900 metros de altitud dejaba menos 'tranquilo' al informar que realmente hay 300 cráteres, y que el magma puede aparecer por cualquiera en el momento más inesperado- como al recorrer las profundas gargantas del sur insular, con ríos de lecho pedregoso y tupidos bosques de bambú que recordaban las selvas tropicales.
Durante la ruta nos turnamos al volante de los diferentes modelos de la marca, y esa fue la mejor manera de verificar que cualquier Jeep cumple lejos del asfalto. Incluso en tareas donde muchos SUV rivales lo pasarían mal. El máximo exponente de la gama en terrenos inhóspitos es el Wrangler Rubicon, disponible con carrocerías corta -Sport- y larga -Sahara-, y que para afrontar zonas 'imposibles' equipa los dispositivos Rock-Trac, Tru-Lok -bloquea las ruedas delanteras y traseras- y ASBS, que desconecta la estabilizadora delantera.
Cherokee y Grand Cherokee son capaces de seguir al Wrangler con sus avanzados sistemas de tracción, e incluso el Renegade -artífice del récord de ventas de Jeep en 2015- aprovecha bien sus 21 centímetros de distancia al suelo o sus generosos ángulos 'off road': 30 grados el de ataque y 34 el de salida.
Jeep 'moparizados': entre los 'show cars' y las preparaciones
Durante los 'Jeep Experience Days' estuvieron presentes los últimos ejemplos de 'moparización', término usado en FCA para definir sus vehículos con preparación Mopar. La marca distingue entre los 'suavemente moparizados', como varias unidades de Wrangler Rubicon, Cherokee Trailhawk o Renegade Trailhawk mostradas en Sicilia, y los 'altamente moparizados', como los tres prototipos creados a partir del Wrangler: el Rubicon Sunriser, el Rubicon Stealth y el Sahara Black Revenge; aunque la gestación de 'show cars' en Jeep parece crecer sin parar, especialmente en torno al Renegade.
