Esta estrategia refleja el compromiso de Francia con la transición hacia una movilidad más limpia y sostenible, en línea con los objetivos medioambientales y de reducción de emisiones del país. Además de fomentar la adopción de vehículos eléctricos, el plan busca democratizar el acceso a esta tecnología, brindando oportunidades equitativas para todos los ciudadanos.
De este modo, Francia se posiciona como un líder en la promoción de soluciones innovadoras para abordar los desafíos de movilidad y medio ambiente en la actualidad.
1Los desafíos del cambio
El sector automotriz se encuentra en un proceso de transformación profunda, impulsado por la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a las nuevas demandas de movilidad de los consumidores. La electrificación, la digitalización y la automatización son las principales tendencias que están reconfigurando la industria del automóvil, tanto en el diseño del producto como en el modelo de negocio y en la cadena de producción.
La transición hacia el vehículo eléctrico es uno de los pilares de la transición energética del sector, ya que supone una alternativa más limpia y eficiente a los motores de combustión interna, que todavía representan la mayoría del parque automovilístico mundial. Sin embargo, el desarrollo y la adopción de los coches eléctricos se enfrentan a varios desafíos, como el alto costo, la escasa autonomía, la falta de infraestructura de recarga y la dependencia de materias primas críticas.
