La transmisión es uno de los componentes más importantes y a la vez más caros de nuestro coche. Mantenerla en buen estado y cuidarla con sencillos gestos, especialmente al aparcar, es fundamental para que su vida útil sea lo más larga posible. A pesar de que la fiabilidad de los coches actuales ha mejorado gracias a los avances tecnológicos y en los procesos de fabricación, la mayor complejidad de algunos componentes sigue siendo un reto para muchos conductores. Esto es particularmente cierto para la caja de cambios automática, un sistema delicado y costoso que requiere de cuidados específicos.
5Consecuencias de no seguir el método correcto
No seguir el método recomendado para aparcar puede tener serias consecuencias para la transmisión automática. Cuando se cambia directamente de D a P, sin pasar por N y sin activar el freno de estacionamiento, se coloca una tensión innecesaria sobre la caja de cambios. Una práctica que puede llevar al desgaste prematuro de los componentes internos y a fallos en la transmisión.
Además, cuando la transmisión soporta el peso del coche sin el apoyo del freno, se incrementa el riesgo de daños a largo plazo. Estos pueden manifestarse en forma de problemas de cambio de marchas, ruidos inusuales y, en casos extremos, necesidad de reemplazar toda la caja de cambios. Los costos de estas reparaciones pueden ser prohibitivos, motivo más que suficiente para adoptar prácticas correctas al aparcar.