El espíritu pionero de Ford, aquel del que nació el Ford T y revolucionó la forma de fabricar coches, está de vuelta. Al menos esa es la intención anunciada por el fabricante del óvalo azul en un acto en la factoría norteamericana de Louisville. Su CEO, Jim Farley, ha anuncia la inversión de 5.000 millones de dólares (4.200 millones de euros) en una iniciativa que pretende transformar su enfoque hacia los vehículos eléctricos con el objetivo claro de ofrecer modelos eléctricos asequibles, eficientes y producidos en suelo estadounidense.
En cierto modo es la misma idea con la que Henry Ford decidió fabricar el primer automóvil popular del mundo, el Ford T. Para lograr su objetivo de ofrecer vehículos eléctricos asequibles y competitivos, Ford está trabajando para poner en marcha innovaciones tecnológicas revolucionarias en dos áreas principales, el desarrollo de una nueva plataforma eléctrica y un nuevo sistema de producción que, en cierto modo, desafia la tradicional línea de montaje.
En cuanto a la plataforma ha sido diseñada desde cero específicamente para vehículos eléctricos. Esta plataforma promete una reducción significativa en costes y complejidad. Por ejemplo con la utilización de un 20 por ciento menos de piezas, o con un diseño simplificado y procesos optimizados o la reducción de un 25 por ciento en el número de sujetadores que harán los ensamblajes más rápidos. Todas estas medidas ahorrarán costes y tiempo de fabricación.
Una de las innovaciones estructurales más destacadas de esta plataforma es el uso de la batería como elemento estructural y suelo del vehículo. Esta integración mejora el comportamiento, además de aumentar el espacio interior y optimizar la calidad acústica del habitáculo. Todo ello se resume en una experiencia de conducción superior.
Assembly tree, nuevo sistema de producción
El otro área de este proyecto que ha sido bautizado como Ford on the road es el nuevo sistema de producción llamado ‘Assembly Tree’ (árbol de ensamblado) con el que desafía la tradicional línea de montaje. Se trata de un enfoque revolucionario que implica el ensamblaje separado del tren delantero, trasero y el módulo estructural de la batería. La unión de estos componentes en una fase final del proceso y por último el uso de grandes componentes de aluminio (unicastings) para simplificar el diseño y mejorar la ergonomía.
Todo esta esta estrategia se va a concretar en un primer modelo, un pick-up eléctrico mediano -que podría ser equivalente al F-150– que se espera que llegue al mercado en 2027 a un precio de partida estimado de alrededor de 30.000 dólares (25.600 euros). Será un modelo con el que la marca del óvalo quiere redefinir el segmento de los pick-ups eléctricos con características y prestaciones excepcionales. Por ejemplo, se habla de que dispondrá de una capacidad de remolque similar a la que ofrece un pick-up de tamaño medio y tecnología de combustión.

También contará con una elevada tecnología en la que se aventura que su arquitectura esté definida por softwage, o que cuente con una batería LFP de litio-ferrofosfato que no tenga ni cobal ni niquel. Por supuesto contará con actualizaciones OTA y podría incorporar el sistema de conducción semiautónoma BlueCruise que la marca ya ofrece en modelos como el Mustagn Mach-E.

Para este ambicioso plan la firma va a invertir 2.000 millones de dólares en modernizar la planta de Louisville en Kentucky, donde se va a fabricar el pick-up. Y otros 3.000 millones se van a destinar a la construcción del BlueOval Battery Park en Michigan, una instalación clave que se dedicará a la fabricación de baterías de litio-ferrofosfato, una tecnología clave para reducir costes y mejorar la sostenibilidad de los vehículos eléctricos. Lo que contribuirá, como en su momento hizo el Model T, a democratizar el acceso al vehículo eléctrico.
Jim Farley, CEO de Ford, ha descrito este movimiento como un verdadero «momento Model T», en alusión a cómo ese vehículo transformó la industria automovilística hace más de un siglo. Ahora la compañía norteamericana tiene como objetivo ofrecer un vehículo eléctrico asequible y accesible para el gran público, tal como lo hizo el Model T en su época.