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Fiat 8V Supersonic. Así era la exclusividad en los años 50

A comienzos de los años 50, Fiat se aventuró a desarrollar un deportivo coupé que fue presentado definitivamente en el Salón de Ginebra de 1952. Aquel deportivo de sólo 4,06 metros de largo y apenas 1.000 kilos de peso se denominó Fiat 8V y de él sólo se fabricaron 114 unidades en los dos años que duró su producción, algo que le convierte en todo un objeto de colección.

Con un propulsor 2.0 V8

Precisamente este ligero deportivo se iba a denominar V8, pero lo tenía registrado Ford, por lo que los italianos decidieron darle la vuelta. No era un nombre al azar, más que nada porque bajo su capó delantero se escondía un propulsor de nuevo desarrollo ideado inicialmente para un sedán de lujo, que nunca llegó a ver la luz. En su lugar decidieron utilizar este corazón 2.0 V8 (de uve estrecha a 70 grados y conocido como «Otto Vu») y capaz de generar 105 CV de potencia en estos llamativos Fiat 8V, que en su época ya contaban con un cambio manual de cuatro velocidades, suspensiones independientes en ambos ejes y cuatro discos de freno. No obstante, este deportivo era capaz de alcanzar los 190 km/h de velocidad punta.

Pero lo verdaderamente llamativo de los Fiat 8V es que ocho de ellos fueron a parar a manos de Carrozzeria Ghia (que dos décadas más tarde lo compraría Ford) que diseñó un exclusivo exterior y pasó a denominarse Supersonic. Esta rareza sobre ruedas se presentó en el Salón de Turín de 1953 y son los ejemplares más buscados y también los más cotizados. Este que tienes ante tí es uno de esos ocho Supersonic, y será subastado por RM Sothebys en el Concurso de Elegancia de Amelia Island, que se celebra el fin de semana del 10 y 11 de marzo.

Su precio es toda una incógnita, pero los especialistas de Gooding & Company subastaron otro ejemplar de estos hace seis años en Scottsdale y por él se pagó más de 1,5 millones de euros.