La firma del Cavallino Rampante fabricó cerca de mil unidades de su deportivo Ferrari 275 GTB, pero pocos ejemplares, por no decir sólo uno, puede acompañarse de la denominación Speciale, algo de lo que puede presumir este ejemplar que ahora tienes ante tus ojos.
El único carrozado por Pininfarina
En el año 1964 Ferrari envía dos chasis de su 275 GTB a Carrozzeria Pininfarina. Son los chasis #06003 y #06437. El primero de ellos se utiliza como prototipo de desarrollo que finalmente acaban por destruirlo, mientras que el segundo es el que emplean para convertirlo en una realidad. Semejante deportivo se convierte en el coche personal del fundador de la firma, Battista Farina y también es la unidad que exponen en los salones de Fráncfort, París y Turín en el año 1965.
Se trata de la única unidad carrozada por Pininfarina en Turín, porque el resto de los Ferrari 275 GTB contaban con carrocería de Scaglietti y se ensamblaban cerca de la factoría de Ferrari en Módena.
Puede que a simple vista te parezca 'otro' 275 GTB, pero los ojos más expertos ya se habrán fijado en las diferencias que existen, porque Pininfarina equipaba unas carcasas diferentes para cubrir los faros delanteros que no tienen el aro cromado, el capó es diferente, pero también los tiradores de las puertas, los marcos de las ventanillas, hay canalones en el techo para canalizar el agua, bisagras vistas para la tapa del maletero… Pero no cabe la menor duda de que el elemento más característico sea el difusor trasero ubicado entre sus cuatro escapes, un elemento aerodinámico muy adelantado a su tiempo y que hace único a este Ferrari 275 GTB Speciale, que nació con este llamativo color Aqua Verde Metallizzato, un tono que provenía de la gama de colores de Alfa Romeo. También exclusivas eran estas llantas Campagnolo, en lugar de las Borrani usadas por el resto de los 275 GTB.
Un interior también diferente
Su interior también contaba con detalles específicos y diferentes a las unidades de Scaglietti, como son los asientos tapizados en cuero China Red, los elevalunas eléctricos o los exclusivos cronómetros Tag Heuer Rally Master.
También bajo su capó se esconde un impresionante corazón 3.2 V12 con seis carburadores Weber 40 DCN, elementos que eran opcionales por aquellos entonces y que ayudaban a generar 265 CV de potencia, enviados a sus ruedas traseras por medio de un cambio manual de 5 velocidades.
El propio Battista Farina lo matricula a nombre de Carrozzeria Pininfarina en el año 1965, pero en enero de 1966 lo vende, justo dos meses antes de su fallecimiento. Desde entonces este impresionante Ferrari 275 GTB Speciale ha cambiado de manos, que eso sí, lo han mimado como a un hijo.
Su último propietario lo tiene en su poder desde 1993, por lo que va a ser la primera vez que se subasta en un cuarto de siglo. Gooding & Company le va a buscar un nuevo hogar en la subasta de Scottdale el próximo fin de semana, pero esperan que alguien pague por él entre 8 y 10 millones de dólares.
