Corría el mes de agosto de 2015 cuando la casa de subastas Bonhams encontraba un nuevo hogar a este exclusivo Ferrari 250 GTO, uno de los 39 que fueron fabricados de forma artesanal en los talleres de Maranello entre los años 1962 y 1964. Por aquel entonces se pagaron 38 millones de dólares y se convertía en el coche más caro de la historia.
Hoy esa cantidad se ha convertido en calderilla, pues este otro Ferrari 250 GTO ha reducido a escombros esos 38 millones de dólares.
Adjudicado por 70 millones de dólares
No es oficial, pero todo son rumores que suenan a realidad, los cuales aseguran que el empresario americano y presidente de WeatherTech, David MacNeil ha desembolsado la friolera de 70 millones de dólares, el equivalente a cerca de 60 millones de euros, por este impresionante cavallino rampante.
Semejante unidad fue fabricada en al año 1962, por lo que se trata de uno de los 33 ejemplares de primera serie construidos. Cuenta con el número de chasis #4153 GT y su exterior no presenta el clásico color Rosso Ferrari. En su lugar este 250 GT salió de Maranello en color plata y fue decorado con franjas en tono amarillo en alusión al equipo belga al que fue vendido allá por 1962.
Y es que en sus dos primeros años de vida fue pilotado por las escuderías Ecurie Francorchamps y Equipe National Belgue.
Una ajetreada vida en competición
Este exclusivo Ferrari 250 GTO compitió en 1963 en las emblemáticas 24 Horas de Le Mans, en las que firmó un más que decente cuarto puesto siendo pilotado por Pierre Dumay y León Dernier. Pero la proeza más significativa fue vencer la prestigiosa carrera Tour de Francia en el año 1964 cuando era conducido por Lucien Bianchi y Georges Berger.
Siguió compitiendo entre 1966 y 1969, incluso en España, pues esta unidad cayó en manos del piloto Eugenio Baturone, quien lo tuvo en su poder hasta la década de los años 80, cuando fue adquirido por el francés Henri Chambon, quien sólo lo exhibió en concursos y concentraciones antes de venderlo en 1997 al suizo Nicolaus Springer.
Springer si que lo utilizó en competición, entre las que se incluyen dos salidas en Goodwood Revival y finalmente lo vende en el año 2000 al alemán Herr Grohe. Se dice que por alrededor de 6,5 millones de dólares (ahora se estará tirando de los pelos).
Tres años después es vendido al también alemán Christian Glaesel, quien decide restaurarlo por completo. Los encargados son los especialistas de DK Engineering y en 2012 recibe la certificación Ferrari Classiche.
Se dice que este Ferrari 250 GTO es el mejor conservado de la historia, pues a pesar de su ajetreada vida en los circuitos, jamás ha sufrido un accidente y se mantiene en estado original. Su denominación 250 hace alusión a la cilindrada de sus pistones, pues este V12 atmosférico tenía tres litros y era capaz de generar 300 CV, más que suficientes para mover con mucha soltura esta obra de arte sobre ruedas.