¿Alguna vez has ido a la calle donde debería estar aparcado tu coche y no lo has encontrado? No porque te hayas equivocado de zona ni porque te lo hayan robado, lo más probable es que la grúa municipal lo haya retirado, y te darás cuenta rápido porque suelen dejar un papel en el suelo.
Si ya lo has vivido, quizá sepas cómo actuar, lo que tienes que hacer y lo que no. Pero si nunca te has enfrentado a esta situación, no viene mal conocer los pasos a seguir. Además, muchos funcionarios reconocen que la mayoría de la gente empeora el problema por desconocimiento o por querer resolverlo como no corresponde. Toma nota para resolver la situación.
Lo que nunca debes hacer si la grúa se lleva tu coche

La primera reacción, si justo llegas y la grúa ya se lo está llevando, suele ser correr detrás del vehículo o intentar detener al operario, pero es un error. El conductor de la grúa no puede ‘perdonar’ la infracción ni negociar, porque una vez iniciado el procedimiento, la orden es que el coche termine sí o sí en el depósito municipal. Tampoco intentes ponerte delante del vehículo ni increpar al trabajador, porque puede acarrear sanciones graves y hasta una denuncia por desobediencia.
Otro error bastante común es perder tiempo dando vueltas por el barrio, creyendo que la grúa lo ha recolocado en otra calle. Esto no suele ocurrir (puede en algún caso excepcional de obras o emergencias), pero lo normal es que su destino sea el depósito municipal.
También hay quien llama al seguro para que se haga cargo. Sin embargo, la retirada de un coche por la grúa es competencia exclusiva del ayuntamiento y no viene cubierta por defecto en una póliza estándar. Como mucho, algunas compañías ofrecen asistencia para localizar el vehículo, pero nunca van a asumir la multa ni la tasa de retirada.
Y, por supuesto, olvídate de cualquier tipo de enfrentamiento en la vía pública. No te va a servir de nada discutir con el operario de la grúa, intentar recuperar el coche por la fuerza o bloquear de alguna manera la salida del vehículo. Al contrario, solo va a agravar el problema y tu bolsillo va a tener que pagar las consecuencias, porque la grúa siempre tiene la ley de su parte.
Estos son los pasos a seguir para recuperar tu vehículo

El primer paso es localizar dónde está tu coche. En la mayoría de ciudades, es suficiente con llamar al número de información municipal, a la Policía Local o consultar el portal web de tráfico. Cada ayuntamiento suele tener un sistema propio que indica el depósito al que ha sido trasladado.
Después, tendrás que abonar la tasa de retirada, que varía según la ciudad. Es un pago independiente a la multa de tráfico que motivó la intervención. Además, también tendrás que pagar por un extra por cada día que el coche pase en el depósito.
Al recoger el vehículo, te recomendamos que revises con calma su estado. Si detectas algún daño que pueda haberse producido durante el traslado o en el propio depósito, reclama de inmediato. De hecho, todos los depósitos municipales tienen (o deberían tener) un protocolo para registrar incidencias y abrir expediente.
Todo este proceso, ahora simplificado en unos pocos pasos, te va a costar algún que otro dolor de cabeza. Pero te servirá para prestar más atención a dónde aparcar, como en doble fila, en un vado o en una zona de carga y descarga. Por tanto, la única manera de no terminar en el depósito municipal o discutiendo con el operario de la grúa es tener más cuidado con dónde aparcas. Una vez iniciado el procedimiento, no suele ser reversible.