A partir del año 2036 no se van a poder vender camiones equipados con un motor diésel en el Estado de California, Estados Unidos. Y esa decisión ha puesto en pie de guerra a los fabricantes de camiones europeos, que son quienes tienen el ‘dominio global’ en este tipo de vehículos. Para ello estos últimos buscan establecer unos estándares de emisiones de dióxido de carbono (CO2) igual de ambiciosos, según ha advertido la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E).
En un comunicado, la organización ha argumentado que las decisiones de California en materia de regulación del sector del automóvil suelen ser replicadas por otros Estados del país y que representan el 35% del mercado estadounidense.
«Esta es la ley de contaminación de camiones más ambiciosa del mundo. Desafiará directamente el liderazgo industrial de la UE», ha asegurado el responsable del área de Carga de T&E, Fedor Unterlohner.
Los nuevos camiones reducirán las emisiones de CO2 en un 45% para 2030
Además, ha resaltado que los fabricantes de camiones europeos están compitiendo en todo el mundo por liderar el mercado de este tipo vehículos de cero emisiones, pero ha opinado que los «débiles» estándares de la UE pueden obstaculizar estos objetivos.
«La UE necesita un objetivo del 100% (de reducción de emisiones contaminantes) en 2035 y más ambición para 2030 si quiere que su industria de camiones siga en la carrera», ha concluido Unterlohner.
En este sentido, T&E ha asegurado que los vehículos pesados desempeñan un papel tan «descomunal» en las emisiones contaminantes que serían el «cuarto mayor emisor de CO2 del mundo si fueran un país».
Por ello, la organización ha opinado que la propuesta de la UE de reducción de CO2 del 45% para los nuevos camiones en 2030 va por «detrás» de los planes de los propios fabricantes, y que esta ambición debería aumentarse al 65%.