Si estás planificando tus vacaciones de verano, soñando con la brisa del mar o una ruta por carretera, quizá deberías mirar lo que está pasando en las gasolineras. Justo cuando más se va a mover España sobre el asfalto, los expertos en energía avisan: llenar el depósito te costará bastante más de lo que piensas. Y lo peor aún está por llegar.
El conflicto entre Irán e Israel ha encendido las alarmas en todo el mundo. Aunque parezca lejano, sus consecuencias están repercutiendo en los surtidores españoles. La energía vuelve a estar en el ojo del huracán. Y lo malo es que ya no son pequeñas subidas en el precio del carburante; es la antesala de un incremento sostenido que afectará a tu bolsillo.
2No solo el combustible: todo se encarece

La referencia del crudo en Europa, el barril de Brent, ha subido entre un 7 y un 8% solo en la última semana. Y, como bien sabemos, si el petróleo sube, el coste del transporte también lo hace. Ello no solo se nota en lo que pagamos al repostar; también terminará afectando a la mayoría de productos que compramos, ya sea pan o dispositivos tecnológicos, pues todo se transporta.
El impacto energético no solo se queda en el surtidor: se mete en nuestra cesta de la compra y, por tanto, en nuestro día a día. Siempre que se dispara el precio de la energía, la inflación vuelve a repuntar. Y en pleno verano, con la economía de muchas familias centrada en disfrutar de unos días de descanso, cualquier subida puede resultar un golpe imprevisto y muy poco deseado.