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sábado, 20 septiembre 2025

Examen práctico de coche: los fallos que más suspensos provocan entre los alumnos

No mirar lo suficiente por los retrovisores, el aparcamiento o los nervios excesivos pueden hacer que suspendas el examen práctico de la DGT.

Has pasado por la autoescuela, aprobado el examen teórico, completado varias clases prácticas y ya solo te queda el apto en el examen práctico para tener por fin el carnet de conducir. Ahora bien, los nervios te pueden jugar una mala pasada y costarte un suspenso.

Hay aspirantes que llegan con bastantes clases a sus espaldas, dominan perfectamente las maniobras, los posibles recorridos y saben cuáles son los errores que más cometen. Y la realidad es que no hace falta cometer una infracción grave para suspender, porque a veces es suficiente con un despiste al no mirar por los retrovisores, no señalizar correctamente una maniobra o que se te cale el coche.

Estas faltas no te van a llevar a suspender por sí mismas, pero el problema está en la acumulación. Si vas a hacer el examen práctico de la DGT en los próximos meses, toma nota de lo que tenemos que contarte.

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Los fallos técnicos por los que puedes suspender el examen práctico

Autoescuela Go!
Fuente: Autoescuela Go!

La parte técnica es una de las que más preocupa a muchos alumnos y, en consecuencia, la que genera más suspensos. El primer error es tan básico como habitual, y es no mirar lo suficiente por los retrovisores. Por ejemplo, antes de un giro, un cambio de carril o una incorporación. Lo mismo si señalizas tarde una maniobra o, peor aún, no lo haces.

Otro clásico es el de las señales. Los examinadores, lógicamente, no perdonan fallos tan graves en un examen práctico como no respetar un STOP, un ceda el paso o acelerar con un semáforo en ámbar. Y ojo también con las rotondas o los cruces complicados, porque hay una fina línea entre respetar la prioridad y entorpecer el tráfico.

También te puede costar el aprobado una rotonda mal hecha, tardar más tiempo de la cuenta en estacionar, conducción excesivamente lenta… No tienes que ir de ‘sobrado’, pero cuidado también con una prudencia excesiva, porque probablemente termines siendo un obstáculo para la fluidez del tráfico y el examinador lo entienda como falta de seguridad. No es suficiente con saber manejar el coche, lo que más valoran es que sepas integrarte en la circulación, convivir con el resto de usuarios de la vía, respetar las normas y, por supuesto, seguir las indicaciones de los examinadores.

Otros errores muy comunes

Examen Conducir DGT Motor16
Fuente: DGT

Uno de los grandes enemigos de los futuros conductores son los nervios, porque perfectamente pueden jugarte una mala pasada si no sabes controlarlos. De hecho, ese nerviosismo llevado al plano físico puede hacer que te tiemblen las piernas y no seas capaz de controlar bien los pedales. O simplemente que la presión te afecte más de la cuenta y creas que no eres capaz de aprobar el examen práctico.

También debes ser capaz de anticiparte a lo que ocurre a tu alrededor. Conducir bien no significa que tengas reflejos o que reacciones en el último momento, los examinadores van a valorar mucho que seas capaz de prever lo que puede ocurrir unos segundos más tarde. Es algo que te da la experiencia, pero puedes ‘entrenar’ esa vista en las clases de la autoescuela. Por ejemplo, ser capaz de detectar a un peatón que se acerca a un paso de cebra o decidir con tiempo cómo abordar una intersección complicada.

Los profesionales insisten también en la necesidad de preparar la parte psicológica. Puedes practicar en los recorridos habituales del examen práctico para ganar confianza, simular la prueba con el profesor de la autoescuela para acostumbrarte a la presión… Y justo antes del práctico, respira profundamente o repite en tu cabeza los pasos antes de hacer una maniobra si eso te ayuda a concentrarte.

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