Agosto es el mes en el que media España cambia la oficina por la carretera. El maletero cargado, una buena playlist de fondo, toda la familia en el coche… y un ojo en el cuentakilómetros y otro en el precio de la gasolina.
Aunque llenar el depósito hoy no sea igual de caro que hace un par de veranos, el combustible sigue llevándose buena parte del presupuesto de nuestras vacaciones. Y por eso, los conductores buscan la manera de ahorrarse algunos litros (y algo de dinero) sin necesidad de repostar en una gasolinera low cost.
Un estudio reciente de Kelisto, a partir de datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), sentencia que cambiar ciertos hábitos al volante puede reducir el gasto en gasolina hasta en un 55%. Aunque a ti lo que te importa es el ahorro para tu bolsillo (con razón), el estudio también nos dice que si todos lo pusiéramos en práctica, ahorraríamos casi 500 millones de euros solo durante los meses de verano.
Los hábitos que te pueden hacer ahorrar en gasolina

Conocemos de sobra que existen técnicas de conducción eficiente para ahorrar gasolina y diésel en nuestros desplazamientos. Este informe pone el foco en ellas y en algunas prácticas más que están relacionadas con el consumo de combustible. Y son bien sencillas.
Una de las más básicas es moderar la velocidad, aunque no todos los conductores están dispuestos a hacerlo. Por ejemplo, circular a 100 km/h en lugar de a 120 km/h reduce en un 30% el consumo. Si lo traducimos a un trayecto de 1.000 kilómetros, te puedes ahorrar unos 27 euros. Por el contrario, si eres de pisar el acelerador más de la cuenta y suponemos que circulas a 140 km/h, el consumo se va a disparar un 35%.
Otra clave está en el aire acondicionado. En lugar de llevar la temperatura del habitáculo a 19ºC, súbela a 24ºC y estarás ahorrando un 20%. Además, activar la recirculación del aire es un truco que no todos los conductores saben para refrigerar el interior de tu coche con menos esfuerzo energético y, como consecuencia, gastando menos.
¿Respetas siempre los tiempos de mantenimiento? Llevar los neumáticos con una presión incorrecta, por ejemplo, puede disparar el consumo de gasolina sin darte cuenta. Igual que circular con las ventanillas bajadas a alta velocidad o llevar más peso del necesario en el maletero.
Y, por último, la conducción en sí misma. En la medida de lo posible, conduce de forma estable, evita acelerones y frenazos bruscos, e intenta utilizar siempre marchas largas.
¿Cuánto puedes ahorrar realmente y qué impacto tiene?

El informe matiza que no se trata de sumar porcentajes a lo loco, porque cerrar las ventanillas y controlar la velocidad del aire no va a duplicar el efecto, pero sí que te va a ayudar a mejorar la eficiencia dentro del coche. El ahorro real dependerá siempre del estado del vehículo, el mantenimiento, tu estilo de conducción, la ruta y las condiciones del tráfico.
Eso sí, hay margen de sobra para ahorrar. Según los datos de este estudio, te puedes ahorrar hasta 50 euros en trayectos largos. Y si lo sumamos a los millones de desplazamientos por carretera de este verano, estiman que el ahorro colectivo rondaría los 500 millones de euros.
Lógicamente, hay un beneficio económico, pero todos estos pequeños gestos también tienen un impacto muy positivo en el impacto ambiental. Al reducir el consumo de gasolina, estás reduciendo las emisiones contaminantes y aportando tu granito de arena a una movilidad mucho más responsable. Además, los viajes de verano (por lo general, más tranquilos y relajados) son una buena oportunidad para cambiar el chip y pensar más en el ahorro de gasolina que en otros momentos del año.