Con la llegada de la primavera, los conductores se enfrentan a diferentes retos que no se encuentran en otras estaciones del año. Por un lado, suele ser una estación de meteorología muy cambiante, con lluvias y diferentes temperaturas. Por otro lado, el sol comienza a incidir con más fuerza y hay mayor movimiento de animales e insectos.
Por todo esto, Carglass, compañía líder en España en reparación y sustitución de lunas de vehículos, ha querido lanzar una serie de consejos para hacer más segura la conducción.
Cambios de luminosidad
Llevar unas gafas de sol en el coche y saber usar los parasoles ayudará a tener una mejor visión y la vista más descansada. Nunca hay que usar líquido y los limpiaparabrisas con el sol de cara, porque no veremos casi nada.
Aumento de la vegetación
Las plantas comienzan a crecer y quitan visibilidad en ciertas zonas (interiores de curvas, rotondas…) en las que, en invierno y sin hojas, hay una perfecta visibilidad. Además, los frutos y las resinas pegajosas de los árboles pueden caer sobre el parabrisas cuando estamos estacionados, y son complicados de limpiar.
Llegada del polen
Los alérgicos saben bien cómo les puede afectar a la visión y en los estornudos: hacerlo durante cinco segundos seguidos a 90 km/h implica dejar de prestar atención a la carretera durante más de 125 metros. Debemos revisar el filtro antipolen de nuestro coche.
Salida de animales e insectos
En primavera aumenta el número de animales que cruzan las carreteras. Si nos encontramos con uno, es mejor atropellarlo antes que realizar una maniobra peligrosa. Solo si el animal es muy grande, puede merecer la pena intentar una maniobra evasiva. Además, debido al aumento del número de insectos, hay que usar los limpiaparabrisas con regularidad.
Aumento del tráfico
Cuando llega el buen tiempo aumentan las salidas de fin de semana. Se recomienda paciencia al volante y que los conductores no circulen bajo los efectos del alcohol o las drogas.