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lunes, 18 agosto 2025

Cuidado con el cambio de marchas: Un experto explica lo que estás haciendo mal

Aunque a menudo parece algo simple, conducir esconde una complejidad técnica que a menudo pasamos por alto. Todos pensamos que dominamos el arte de los pedales y el cambio de marchas, pero, ¿y si resulta que llevas toda la vida cometiendo errores al cambiar de velocidad? ¿Y si esos pequeños fallos están desgastando tu coche de forma prematura sin que te des cuenta?

Muchos conductores, incluso aquellos con años de experiencia, tienen vicios que parecen inofensivos, pero que a largo plazo se traducen en un gasto innecesario y, lo que es peor, en averías costosas. Un experto ha revelado cuáles son los errores más comunes que cometemos al cambiar de marcha.

El secreto de un cambio de marchas perfecto

Caja de cambio
Fuente: Unsplash

Para entender por qué cometemos errores, primero debemos comprender qué ocurre dentro de tu coche cuando pisas el embrague y mueves la palanca. No se trata de un simple movimiento de mano y pie, sino de un proceso mecánico preciso y delicado.

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El embrague es el componente clave en este proceso. Se compone de dos discos: uno que gira con el motor y otro que lo hace con la caja de cambios. Cuando pisas el pedal del embrague, estos discos se separan, permitiendo que el motor gire sin transmitir potencia a las ruedas. Al soltar el pedal, los discos vuelven a unirse y, al acoplarse, la potencia del motor se transmite de nuevo a la caja de cambios y, por tanto, a las ruedas.

El error fundamental, según este experto, se produce en el momento del acoplamiento de los discos. La mayoría de conductores se apresuran al soltar el pedal, intentando hacerlo lo más rápido posible. Esto hace que los discos se acoplen de golpe, generando un rozamiento excesivo y un desgaste prematuro de las piezas.

Por lo tanto, el secreto está en la progresividad. Lo ideal es soltar el pedal de forma lenta y controlada, permitiendo que los discos se unan de forma suave y gradual. Este simple gesto no solo prolonga la vida útil del embrague, sino que también hace que la conducción sea más fluida y cómoda.

Los errores más comunes que desgastan tu coche

embrague
Fuente: Agencias

Más allá de la falta de progresividad al soltar el embrague, existen otros vicios que se han arraigado en nuestra forma de conducir. Si te sientes identificado con alguno de ellos, no te preocupes, no eres el único, pero sí es el momento de corregirlos.

¿Eres de los que deja el pie apoyado en el pedal del embrague mientras conduces? Es una costumbre muy extendida, pero perjudicial. Aunque no lo pises del todo, la simple presión de tu pie hace que los discos se mantengan ligeramente separados, lo que provoca un rozamiento constante. Este «roce fantasma» reduce la vida útil del embrague. La solución es tan simple como quitar el pie del embrague en cuanto hayas cambiado de marcha y apoyarlo en el reposapiés. De esta forma, te aseguras de que el embrague está acoplado y no sufre un desgaste innecesario.

Aunque parezca una locura, muchos conductores, sobre todo en ciudad, tienen la costumbre de mantener el pie sobre el pedal del freno incluso cuando no lo están usando. Aunque no lo pisen, la simple cercanía al pedal crea una situación de riesgo y, en algunos casos, provoca que lo pisen de forma involuntaria. Esto no solo genera una resistencia innecesaria al movimiento del coche, sino que también puede ser peligroso en una situación de emergencia. La regla es usar un pie para cada pedal. Si no estás frenando, tu pie derecho debe estar listo para acelerar. Mantener ambos pies cerca de los pedales en todo momento te dará un mayor control y una respuesta más rápida en carretera.

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Muchos conductores tienen la costumbre de usar el punto muerto en exceso. Lo hacen para ahorrar combustible, pero es una práctica que, en realidad, puede ser perjudicial. El punto muerto desconecta el motor de la transmisión, por lo que el coche avanza por inercia. Aunque en teoría parece una buena idea, no es la forma correcta de conducir. El freno motor es la herramienta que deberías utilizar en lugar del punto muerto. Al mantener una marcha engranada, el motor actúa como un freno natural, ayudando a reducir la velocidad sin necesidad de pisar el pedal del freno de forma constante. Esto no solo ahorra combustible, sino que también prolonga la vida útil de los frenos.

Otro error común es la manía de circular en marchas cortas, como la segunda o la tercera, en lugar de subir a una marcha más larga. Esto no solo hace que el motor trabaje en revoluciones más altas de lo necesario, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible y un mayor desgaste, sino que también hace que la conducción sea más ruidosa e incómoda. La regla es sencilla: cuanto más alta sea la marcha, más bajo será el consumo y el desgaste. Siempre que las condiciones de la carretera lo permitan, circula en la marcha más larga posible, sin que el motor se sienta forzado.

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¿Cuándo y cómo cambiar de marcha?

cambio manual de marcha
Fuente: Agencias

Saber qué hacer con el embrague y los pedales es solo la mitad de la batalla. La otra mitad es saber cuándo cambiar de marcha. Si cambias demasiado pronto o demasiado tarde, el motor sufrirá, gastarás más combustible y tu conducción será menos fluida.

Si escuchas atentamente el sonido del motor, te dirá cuándo es el momento perfecto para cambiar de marcha. Si el sonido es demasiado alto y forzado, significa que necesitas subir de marcha. Si, por el contrario, el motor suena ahogado o el coche vibra, es una señal de que tienes que bajar. La clave está en encontrar el punto de equilibrio. Para la mayoría de los coches, el punto ideal para cambiar de marcha se encuentra entre las 2.500 y 3.000 revoluciones por minuto. Pero no todos los coches son iguales, por lo que lo ideal es familiarizarte con el sonido de tu motor y aprender a interpretar sus señales.

El doble embrague es una técnica que consiste en pisar el embrague, poner punto muerto, soltarlo, dar un golpe de gas y volver a pisarlo para engranar la marcha deseada. Aunque en el pasado era una técnica esencial para evitar el desgaste en los coches antiguos, hoy en día no es necesaria. Los coches modernos cuentan con sincronizadores que hacen este trabajo de forma automática, por lo que el doble embrague es una técnica obsoleta y, en muchos casos, perjudicial, ya que puede generar un mayor desgaste si no se realiza de forma perfecta.

En definitiva, cambiar de marcha no es solo un acto mecánico, sino una habilidad que se perfecciona con la práctica y el conocimiento. La mayoría de los errores que cometemos son el resultado de malos hábitos adquiridos con el tiempo.

Lo bueno es que corregirlos es más fácil de lo que parece. La clave está en ser consciente de lo que haces. Estos pequeños cambios de hábito no solo te harán un mejor conductor, sino que también te ahorrarán dinero a largo plazo, ya que prolongarás la vida útil de tu embrague, tus frenos y tu motor.

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