Los controles de la Guardia Civil son habituales en carretera y, aunque no te paren, sí que pueden hacerte gestos para que continúes la marcha, te cambies de carril o sigas alguna instrucción en concreto. Y no cumplirlo se considera desacato a la autoridad, aunque no lo hagas a propósito y se deba más a un error de interpretación.
Las instrucciones de un agente prevalecen siempre sobre cualquier señal vertical, semáforo o norma de circulación. Sin embargo, en la práctica no siempre es tan evidente. A veces, los nervios, las prisas o la falta de experiencia al volante nos pueden jugar una mala pasada, al nivel de que no acatemos alguna orden de la Guardia Civil. Según lo ocurrido, las multas pueden llegar a ser de hasta 1.000 euros y pérdida de puntos.
El problema es que la mayoría de estos errores vienen de un simple malentendido, como pensar que la orden iba dirigida a otro vehículo, interpretar un gesto al revés o no reaccionar a tiempo en un control. Te contamos cuáles son los errores más frecuentes.
Estos gestos te pueden costar hasta 200 euros

Los agentes de la Guardia Civil utilizan un lenguaje de señales manuales muy concreto que, de hecho, está recogido en el Reglamento General de Circulación. Por ejemplo, el brazo levantado en alto significa que debes detenerte; el movimiento hacia delante indica que debes reanudar la marcha; la linterna o el bastón luminoso en la oscuridad señala lo mismo que a plena luz del día.
A priori, bastante sencillo y de sentido común. Pero en carretera estos malentendidos son más habituales de lo que crees. Por ejemplo, hay conductores que han confundido el ‘alto’ con que pueden continuar la marcha, sobre todo en rotondas o cruces con varios carriles. Da igual que creas que la orden era para el vehículo de al lado.
Si continúas circulando, la Guardia Civil lo puede interpretar como que estás desobedeciendo una orden directa de un agente. En este caso, la multa asciende a 200 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.
Otro fallo bastante común es pararse donde no corresponde. Si el agente te indica un lugar en concreto para estacionar y te quedas unos metros más adelante, atrás o directamente aparcar en otro lugar, también se puede considerar como incumplimiento. Según el tipo de situación, el peligro que generes y tu actitud, todo puede quedar en una simple anécdota o en sanción económica.
Ojo a estos errores en los controles de la Guardia Civil

Los controles de alcohol y drogas son otro escenario que a veces también genera malentendidos, aunque en realidad no tengan mucho misterio. Hay personas que por desconocimiento o por nervios no hacen bien la prueba. A priori, no pasaría nada si la persona tiene buena actitud y se muestra receptiva para repetirla. Ahora bien, ojo con actitudes chulescas u otro tipo de gestos, porque si un agente de la Guardia Civil interpreta que te estás negando a soplar, te puede caer una multa de hasta 1.000 euros y la pérdida de 6 puntos.
Lo mismo sucede con la documentación. Si no enseñas los documentos que te piden en el momento (carnet de conducir, permiso de circulación o tarjeta de la ITV), pueden considerar que no los tienes o que escondes algo.
La regla básica que sí o sí tienes que recordar siempre es que la orden de un agente está por encima de cualquier otra señal, incluso de lo que te venga a ti mejor en la circulación. Por ejemplo, que veas un semáforo en verde no te exime de parar si la Guardia Civil te está dando el alto.