La tecnología ha revolucionado nuestro día a día, incluso nuestros coches, y los ladrones han aprendido a usarla en su beneficio. Ahora pueden robar un vehículo sin siquiera tocarlo, interceptando la señal inalámbrica de las llaves actuales. Pero hay una manera de cortarles el paso, guardándolas en un electrodoméstico de lo más común en cualquier cocina: el microondas.
Un aparato para calentar la cena o hacer palomitas, ¿la solución? No, no es broma ni la última ocurrencia en internet. Por su estructura y materiales, el microondas funciona como barrera contra la captación de señales. Lo que antes era solo un electrodoméstico más, ahora es una especie de caja fuerte improvisada para evitar que te roben el coche mientras duermes o ves una serie.
1Los ladrones ya no son los de antes

Los ladrones de coches ya no necesitan forzar cerraduras ni romper cristales. Con solo un pequeño dispositivo electrónico, pueden captar la señal de las llaves actuales, que muchos conductores llevan en el bolsillo o dejan sobre una mesa. Está diseñada para facilitarte la vida, pero esa señal puede convertirse en la trampa perfecta si no la proteges adecuadamente.
Mediante el método del ‘relay attack’, o ataque de retransmisión, los delincuentes pueden duplicar la señal sin tener contacto físico con la llave, y utilizarla para abrir el coche. La técnica es silenciosa, rápida y muy difícil de detectar. Por ello, muchos conductores y autoridades han empezado a buscar soluciones creativas para frenar esta práctica cada vez más habitual.