Estamos más que acostumbrados a llevar pegatinas en nuestro coche: la de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) o el distintivo ambiental, ambas en el parabrisas. Y aunque no es una pegatina al uso, pero los conductores nóveles utilizan la famosa L pegada con una ventosa en la luna trasera. ¿Pero y si la Dirección General de Tráfico (DGT) ‘copiara’ el modelo japonés?
Quizá no iríamos por mal camino, porque Japón es uno de los países del mundo con el índice de siniestralidad más bajo, lo que significa que sus normas funcionan y que saben cómo regular el tráfico para reducir el número de accidentes. Y precisamente entre todas esas leyes, los japoneses son muy de utilizar unas pegatinas que identifican a ciertos tipos de conductores. Hay varias muy reconocidas, pero dos en concreto que no sería tan descabellado que la DGT trajera a España. ¿Sabes cuáles son?
1Las pegatinas que la DGT podría copiar a Japón
Las pegatinas de las que te hablamos no se parecen en absoluto a las que utiliza la DGT en España ni hay ningún otro símbolo similar, aunque una de ellas sí que comparte significado. Por un lado, la Wakaba es una especie de flecha de color verde y amarillo que es el equivalente a nuestra L. Normalmente, se pega en la parte trasera del coche y sirve para identificar a los conductores novatos (un año, como en España).
La segunda pegatina en cuestión se conoce como Koreisha, y tiene forma de trébol en dos tonos de verde, amarillo y naranja. Su función es totalmente opuesta a la anterior, porque en este caso la deben llevar todos los conductores mayores de 70 años. A partir de esta edad, la DGT japonesa considera que se pierden ciertas capacidades y reflejos, así que es una manera de alertar al resto de conductores para que extremen la precaución y aumenten la distancia de seguridad.
En España no tenemos ninguna pegatina ni forma de reconocer que hay un conductor de avanzada edad al volante. Pero sí que es cierto que la DGT barajó durante un tiempo la idea de crear la señal opuesta a la famosa L, pero la medida nunca llegó a buen puerto.
