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lunes, 11 agosto 2025

El día de 1995 en el que Franco Sbarro hizo magia con un Ferrari Testarossa

Ilustres firmas automovilísticas como Aston Martin, Ferrari o McLaren nos han deleitado recientemente con maravillosos superdeportivos tan artesanales como exclusivos que tienen característico un punto en común: carecen de luna delantera. Sin embargo, hace más de 30 años que un apasionado coleccionista encargó al maestro Franco Sbarro una pieza adelantada a esos sublimes V12 Speedster, SP1 y SP2 Monza o Elva que a todos nos gustaría tener en nuestro garaje.

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Para dar vida a este impresionante Sbarro Alcador, ese coleccionista entrego a la firma de diseño suiza nada menos que un Ferrari Testarossa que usarían como punto de partida. El coche más caro que se vendía en España a finales de la década de los ’80 sería desmontado tornillo a tornillo para quedarse exclusivamente con su chasis, que para colmo, incluso fue acortado desde sus escasos 2.550 milímetros de batalla originales.

Sbarro no dejó ni una angular línea del Testarossa en este Alcador

1995 Sbarro Alcador. Ferrari Testarossa. Imagen trasera.
Foto: Thiesen-Automobile

Sobre ese chasis el controvertido diseñador suizo Franco Sbarro dio rienda suelta a su imaginación para confeccionar una carrocería muy diferente a la de aquel Ferrari Testarossa, del que no quedó ni una de las aristas y nervaduras que lo hacían sobresalir sobre el resto de automóviles de su especie. En su lugar colocaron una carrocería de corte speedster y con contemporáneas líneas curvas, que se adornaban con unas puertas con apertura de tijera con una parte inferior transparente y muy McLaren. Algo que ningún modelo de la firma del Cavallino Rampante contemplaba por entonces.

Sbarro dijo adiós a la luna delantera y avanzaba una solución que años más tarde emplearía la firma de Woking en su maravilloso Elva. Y es que las grandes tomas de aire que aparecen junto a los faros de este Alcador son capaces de succionar el aire y llevarlo por unos conductos que forman parte de la carrocería hasta su zaga. Donde es expulsado por encima de sus cuatro terminales de escape. Por encima de todo esto también nos encontramos con una cubierta para el motor muy distinta a la de aquel legendario deportivo de Maranello.

El corazón de 12 cilindros del Ferrari Testarossa se dejó tal cual

1995 Sbarro Alcador. Ferrari Testarossa. Imagen motor.
Foto: Thiesen-Automobile

Pero debajo de ella no hay cambio alguno, porque este Sbarro Alcador conserva inalterado aquel fascinante bloque atmosférico con 4.9 litros de cilindrada y con 12 cilindros formando una V a 180 grados. Corazón capaz de generar por aquellos entonces nada menos que 390 CV de potencia y 490 Nm de par motor, cifras que son enviadas en exclusiva a sus dos ruedas traseras por medio de un cambio manual con 5 velocidades.

Como no podía ser de otra manera, la compañía de diseño suiza también construyó un interior acorde a las exigencias de su Sbarro Alcador. De ahí que nos encontremos con dos asientos tapizados en cuero de color rojo y que fueron debidamente esculpidos en el chasis del vehículo. También crearon un salpicadero a la medida de esta criatura, en cuya parte central colocaron los pertinentes relojes analógicos de la época, en los que ahora incluso se puede ver que esta criatura tan solo ha recorrido 4.150 kilómetros desde que cobrara vida.

Sbarro fabricó tres unidades, pero este es el único matriculado

1995 Sbarro Alcador. Ferrari Testarossa. Imagen detalle.
Foto: Thiesen-Automobile

Sbarro presentó este impresionante Alcador en el Salón del Automóvil de Ginebra en el año 1995 y tanto revuelo levantó entre los asistentes que la casa de diseño suiza llego a construir otras dos unidades a posteriori, pero no tan codiciadas como esta, que se conserva tal cual abandonó los talleres de Franco Sbarro hace 30 años, con la excepción de que los dos espejos retrovisores exteriores fueron instalados más adelante. Y es que sus otros dos hermanos no fueron homologados para circular por la carretera como si ocurre con esta joya que ahora tiene a la venta el exclusivo concesionario Thiesen-Automobile, quien ha preferido no publicar el precio de venta de esta pieza adelantada a su época.

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Fotos: Thiesen-Automobile

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