A ninguno nos gusta encontrarnos con un control de alcoholemia de la Dirección General de Tráfico (DGT) en la carretera, pero lo cierto es que es una de las herramientas más útiles que existen para reducir el número de accidentes provocados por el consumo de alcohol. De hecho, no hace falta que te hagan soplar, porque la simple presencia de los agentes —en zonas de ocio nocturno u operaciones salida— ya es un buen método de disuasión para muchos conductores.
Pero puede que este procedimiento que conoces de sobra —que te paren y te hagan soplar en el alcoholímetro— tenga los días contado. Y no precisamente porque el alcohol haya dejado de ser un problema, sino porque la tecnología avanza a pasos agigantados.
El día en el que no puedas arrancar tu coche si has bebido quizá no está tan lejos como pensabas; y si esto ocurre, no serán tan necesarios los controles de la DGT, al menos tal y como los conocemos.
3¿Podría ser el fin de los controles en carretera de la DGT?

Entonces… ¿En el futuro no habrá controles de la DGT? Está claro que no es la idea a corto plazo, pero sí que hay un cambio de tendencia y el enfoque ya no se basa tanto en la concienciación. Si reducir la tasa de alcoholemia (ocurrirá este mismo año) no funciona ni tampoco lo hacen las campañas de concienciación, el próximo paso deberá ser instalar estos sistemas antiarranque.
Quizá en un futuro los controles no están tan orientados a controlar el consumo de alcohol, sino a llevar estos alcoholímetros antiarranque integrados y funcionando.